Es bastante conocido que los niños son pequeños imanes de gérmenes, pero eso no significa que no sea un poco desconcertante ver un cuerpo tan pequeño como el de tu bebé lidiando con el vómito. En general, sin embargo, es solo un signo del tipo de infección estomacal que se hará más y más común a medida que tu chiquitín comienza a pasar más y más tiempo con sus amigos y los virus de esos amigos. No obstante, el vómito sigue siendo un síntoma que hay que vigilar de cerca, tanto porque siempre existe la posibilidad de que sea un signo de algo más grave como porque, si persiste, la deshidratación empieza a ser una preocupación.
Vomitar vs. escupir
Lo primero que hay que determinar es si tu hijo está realmente vomitando, o solo escupiendo. El escupitajo suele ocurrir poco después que ha comido, especialmente si ha sido especialmente activo después. El escupitajo es también una regurgitación bastante suave de leche materna o de fórmula parcialmente digerida. El escupitajo no es un signo de un problema de salud, solo un signo de que la válvula entre el estómago de tu pequeñín y el esófago no están completamente formados todavía. Puedes ayudarle a evitarlo sacándole los gases frecuentemente, y evitar que salga corriendo a jugar demasiado activo directamente después de comer.
El vómito, por otro lado, es un fuerte escupitajo de lo que hay en el estómago de un niño, y va acompañado de fuertes contracciones de los músculos abdominales y del diafragma. Los padres de los bebés menores de 2 meses que no escupen pero que vomitan deben buscar atención médica inmediatamente, pero lo más probable es que los niños de unos pocos meses o más solo padezcan un virus estomacal, la mayoría de los cuales se pueden atender en casa, aunque hay algunas señales de advertencia que hay que tener en cuenta.
Razones para llamar al doctor
Aunque la mayoría de los vómitos de los bebés solo significan que tu pequeño ha tenido la mala suerte de contraer un desagradable virus estomacal, hay algunas cosas que pueden venir junto con el vómito que son signos de advertencia de que tu chiquitín probablemente debería ver el doctor más temprano que tarde.
- Sangre o bilis verde oscura en el vómito
- Dolor abdominal severo
- Vómitos que duran más de 24 horas
- Abdomen hinchado
- Dolor abdominal severo
- Convulsiones
- Diarrea frecuente o diarrea con sangre o moco
- Signos de deshidratación
Deshidratación
La deshidratación es una de las principales preocupaciones que puede ocurrir como resultado del vómito que proviene de un virus estomacal. Doce o más horas de vómitos consistentes pueden causar deshidratación, especialmente si es tan frecuente que tu bebé está teniendo dificultades para retener líquidos. Los bebés de 3 meses y menores deben tomar leche materna o fórmula para hidratarse, mientras que a los bebés de 3 meses y mayores también se les puede dar algún tipo de líquido para reponer los electrolitos, como el Pedialyte. Los bebés con signos de deshidratación grave, como boca seca, llantos sin lágrimas o una depresión de «puntos blandos» en la cabeza deben recibir atención médica inmediata. Si sospechas que tu pequeñín está solo ligeramente deshidratado, generalmente está bien solo llamar al médico para que te aconseje. Entre los vómitos y las fiebres leves que a menudo vienen con los virus estomacales, la deshidratación leve es bastante común, incluso si se tiene cuidado de hidratarse.
Otros signos de deshidratación, como la apatía, la orina oscura y la falta de pañales suficientemente mojados en un período de 24 horas, deben abordarse ofreciendo alimentación frecuente y consultando a un médico para que aconseje.
