Probablemente ya sabes que consumir una dieta nutritiva y balanceada es importante para tu salud en general. Lo que tal vez no sepas es que muchos alimentos y bebidas tienen características que promueven o inhiben la fertilidad. Pero sin importar tu motivación para lo que hay en el menú, ¡es posible que quieras usar Ovia para registrar toda la comida y bebida que está alimentando a esa increíble máquina que eres tú! Esto puede ser significativo para ayudarte a observar los patrones a lo largo del tiempo, tomar nota y sentirte bien con respecto a los hábitos saludables (¡hurra por beber toda esa agua y mantenerte hidratada!) o para notar cualquier cambio que quieras hacer (como, hmm, tal vez deberías agregar una porción extra de vegetales cada día).
Y si estás interesada en tratar de concebir, el seguimiento de tus alimentos y bebidas puede ayudarte a empezar a darte cuenta de qué hábitos quieres cambiar, qué es lo que puedes querer añadir a tus comidas para promover mejor la fertilidad o incluso a empezar a pensar de antemano en cómo tu ingesta podría cambiar un poco una vez que estés embarazada. Y, ya que estamos en el tema de la comida, la bebida y la fertilidad, ciertamente no está de más tener una ventaja para saber qué es lo que más quieres en tu dieta y qué es lo que quieres evitar, aunque sea para la planificación de la fertilidad en el futuro.
¿Qué tipos de alimentos promueven la fertilidad?
- Productos lácteos: El consumo regular de productos lácteos ricos en grasa disminuye el riesgo de infertilidad (mientras que los productos lácteos bajos en grasa aumentan este riesgo), y estos alimentos contienen calcio, que es excelente para los huesos y también para la salud reproductiva. Asegúrate de que lo que estás comiendo sea «entero» y no solo «bajo en grasa» porque el calcio de la leche baja en grasa no se absorbe adecuadamente.
- Pescado con bajo contenido de mercurio: El pescado contiene ácidos grasos Omega-3, que ayudan a regular las hormonas reproductivas mientras que aumentan el flujo sanguíneo a los órganos reproductivos. Los pescados grasos como el salmón, las sardinas y el arenque son especialmente buenas fuentes de Omega-3. Si no comes pescado, el aceite de linaza, las nueces y los suplementos también contienen Omega-3.
- Aceites vegetales: La dieta mediterránea es muy beneficiosa para conseguir el embarazo por su riqueza en aceites vegetales, especialmente en ácido linoleico. Además, esta dieta parece reducir el riesgo de aumento de peso y diabetes, que pueden causar infertilidad.
- Aves de corral: El pavo y el pollo magros son una mejor fuente de proteínas que la carne roja, y también aumentan la ingesta de hierro, lo que tiende a aumentar la fertilidad. Si no comes aves de corral, los buenos sustitutos de la proteína que contiene son los frijoles, el tofu y la quinua.
- Granos integrales: Los carbohidratos complejos mantienen estable el nivel de azúcar en la sangre y ayudan a regular la ovulación, a diferencia de los carbohidratos refinados (contenidos en el pan blanco, el arroz blanco y los bocadillos de azúcar), que pueden alterar el ciclo menstrual y las hormonas reproductivas. También contienen ácido fólico (la forma sintética del folato) y zinc, dos superestrellas de la fertilidad. Los frijoles, las verduras y las frutas también tienen un alto contenido de carbohidratos complejos.
- Frutas y verduras: Las frutas y verduras son una gran fuente de vitaminas, minerales y fibra, componentes importantes de una dieta preconcepción. Las verduras de hoja verde están llenas de folato. Además, las verduras representan una buena fuente de proteínas – y una opción mucho mejor que la carne cuando se trata de concebir. La dieta preconcepción desarrollada por el Centro de Nutrición Holandés en los Países Bajos (Dutch Nutrition Center in the Netherlands) recomienda una ingesta de al menos 200g de verduras y al menos dos porciones de fruta al día.
- Bayas: Los arándanos y las frambuesas en particular contienen antioxidantes que son valiosos para la concepción. Los antioxidantes también mantienen el esperma fuerte y saludable.
¿Qué tipos de alimentos inhiben la fertilidad?
- Pescado con alto contenido de mercurio: El mercurio es una sustancia química que se encuentra en muchos peces más pesados como el pez espada, la caballa real, el pez azulejo, el filete de atún y el tiburón, y los niveles elevados en la sangre se han relacionado con la infertilidad femenina y masculina.
- Grasas trans: Las grasas trans se encuentran en los alimentos fritos y procesados, y se sabe que contribuyen a las enfermedades cardíacas y a los problemas de peso, ambos relacionados con la infertilidad. Aunque las grasas trans pueden no conducir directamente a la infertilidad, su consumo sigue siendo indicativo de un estilo de vida que no promueve la fertilidad.
- Carne, pescado y queso crudos: Aunque la carne, el queso y el pescado crudos no tienen propiedades en sí mismos que reduzcan la fertilidad, es importante evitar estos alimentos crudos mientras estás tratando activamente de concebir, ya que su consumo aumenta enormemente las posibilidades de exposición a la bacteria de la listeria, la cual puede ser un serio riesgo para la salud si quedas embarazada.
Bien, ¿pero qué hay del alcohol?
Aunque la comunidad médica está de acuerdo en que beber alcohol durante el embarazo puede representar un riesgo grave para el feto en desarrollo, diferentes investigadores han llegado a diversas conclusiones sobre los efectos del alcohol en la fertilidad, que por lo general se encuentran en uno de los tres campos:
- Dos bebidas alcohólicas al día ponen en riesgo la fertilidad
- Las mujeres que beben vino son más propensas a concebir
- El alcohol no tiene impacto en la fertilidad
La ciencia sobre el tema sigue siendo oscura, y muchas de las pruebas son anecdóticas. Pero, ¿hay algo que quieras tener en cuenta? Si estás activamente tratando de concebir y podrías (¡con suerte!) quedar embarazada en cualquier momento, es posible que desees abstenerte. Sin embargo, si bebes moderadamente antes de saber que estás embarazada, es probable que no tengas que preocuparte. Como siempre, si tienes preguntas acerca de todo esto, pregúntale a tu proveedor de atención médica.
¡Y no olvides monitorear toda esa comida y bebida!