Mucho antes de que traigas un bebé a casa, el primer lugar donde él o ella vivirá es dentro de tu cuerpo. Y al igual que tu vas a preparar tu casa para el bebé en unos meses, hay cosas que puedes hacer para que tu cuerpo se convierta en un lugar más acogedor para el bebé.
Medicamentos
El control de la natalidad es el obvio, pero otros medicamentos que podrías estar tomando podrían tener un efecto en tu embarazo incluso antes de que sepas que has concebido, Tu proveedor de atención médica debe saber si algún medicamento que estés tomando tiene el potencial de tener efectos secundarios. Si hay un medicamento que tu proveedor de atención médica te sugiere que dejes de tomar, puede tardar unos meses después de haberlo dejado para que salga completamente de tu sistema, lo que puede retrasar un poco tu calendario de concepción. Este también es un buen momento para empezar a tomar vitaminas prenatales, de modo que cuando concibas, ya tengas un nivel saludable de todos los nutrientes que tu bebé necesitará.
Preparación pélvica
Si tu pelvis está desalineada, podría limitar la cantidad de espacio en el que un bebé tiene que desarrollarse e interferir con la posición, lo cual podría llevar a complicaciones durante el parto. Si tu médico piensa que tu pelvis podría estar desalineada, podría recomendar una visita al quiropráctico.
Ejercicio
El parto es una experiencia física intensa, y ahora que has decidido que es una experiencia por la que quieres pasar, nunca es demasiado pronto para empezar a prepararte para ella. Tener músculos abdominales fuertes cuando quedes embarazada te darán una mejor oportunidad de que sanes normalmente después del parto, y los ejercicios del suelo pélvico como los kegels pueden ayudarte tanto con el parto como con una recuperación más rápida y con menos probabilidad de incontinencia después de éste.
Por otro lado, si ya haces ejercicio, y especialmente si sigues una rutina de ejercicios bastante intensa, ahora podría ser un buen momento para bajar un poco la intensidad de tu entrenamiento, ya que el ejercicio particularmente estresante e intenso puede perjudicar tus posibilidades de concebir y llevar a término. Si no estás segura de si debes dar un paso atrás en tu entrenamiento regular, pregúntale a tu proveedor de atención médica.
Nutrición
Poner en marcha tu dieta es una gran manera de mejorar tu fertilidad y preparar tu cuerpo para que sea el ambiente más saludable para tu hijo. Puede ser útil comenzar a alterar tu dieta de tres meses a un año antes de concebir. Afortunadamente, los cambios que puede ayudar no son complicados, y no deben ser una sorpresa, ya que consisten principalmente en seguir una dieta equilibrada llena de frutas y verduras frescas, granos enteros, carnes magras y otras fuentes saludables de proteínas y productos lácteos. Hay ciertos nutrientes, como el zinc y el folato, de los cuales es importante obtener suficiente, pero tus vitaminas prenatales también pueden ayudar con eso.
