La mayoría de los hombres son fértiles hasta la vejez, pero el tiempo trae consigo una serie de cambios físicos que afectan la capacidad de muchos hombres para tener hijos. Es posible que los hombres tengan hijos tarde en sus vidas, pero una vez que la mayoría de los hombres llegan a los 40 años aproximadamente, la probabilidad de que engendren un hijo comienza a disminuir.
Para empezar, sabemos que a esta edad el funcionamiento sexual de muchos hombres comienza a cambiar. A medida que envejecen, los hombres tienden a tener más dificultades para lograr y mantener erecciones, y a menudo necesitan un tiempo de descanso más largo entre orgasmos. Esto no significa que disfruten menos del sexo. Es diferente; menos frecuente y menos fácil de comenzar y completar.
Oh, y no olvides el esperma, ellos también cambian. Se producen más espermatozoides que tienen una forma anormal. La motilidad de los espermatozoides disminuye y la concentración general de semen tiende a disminuir, lo que puede hacer que los hombres que ya tenían un recuento bajo de espermatozoides sean casi incapaces de fertilizar un óvulo. Las tasas de daño a los espermatozoides, conocidas como fragmentación del ADN, también aumentan con la edad.
Todos estos factores conducen a relaciones sexuales menos frecuentes, encuentros menos exitosos con espermatozoides y óvulos, y una mayor prevalencia de abortos espontáneos y ciertas afecciones (autismo, TDAH, problemas de comportamiento, por nombrar algunos) entre los niños nacidos de padres mayores.
Los datos no son claros, y ha habido muchos bebés sanos nacidos de padres mayores. Pero en última instancia, es muy probable que a medida que los hombres se hacen mayores tengan más complicaciones cuando ellos y sus parejas intentan tener un hijo.
