Los bebés vienen con un montón de decisiones que deben ser tomadas con bastante rapidez. Por ejemplo, cuando estabas embarazada, entre el momento en que proponías un plan de parto y el momento en que anotabas los nombres de los bebés, es muy probable que también hayas tomado un tiempo para decidir la mejor opción para el cuidado de niño. ¿Tu bebé se quedaría en casa, o iría a la guardería?
Aunque la guardería tiene sus inconvenientes (¡hola, gérmenes!), también tiene muchos aspectos positivos, y uno de los más importantes es la socialización. Esto puede dejar a los padres de los niños que se quedan en casa durante el día preguntándose si sus hijos tendrán las mismas habilidades sociales que otros niños de su edad que asisten a la guardería.
Lo que significa «ser socializado»
Los niños pequeños en sus primeros años de vida a menudo no entienden todavía los conceptos de compartir o tomar turnos, así que, ¿qué es exactamente lo que se debe buscar en términos de socialización a esta edad? Básicamente, querrás que tu chiquitín empiece a acostumbrarse a jugar con y alrededor de otros niños, y a aprender de nuevas situaciones. Otro objetivo de la socialización a esta edad es fomentar la comunicación.
Cómo hacer esto sin la guardería
- Reuniones: Ya sea una fiesta familiar o una reunión para jugar, el elemento más importante para socializar a tu chiquitín es que esté cerca de otras personas. En las funciones familiares, a menudo hay personas de diferentes edades, lo que es una gran manera para que vea cómo se comportan los adultos y los niños. Al ver a un adulto, tu pequeñín puede tratar de imitar las acciones que ve, lo que fomenta el juego creativo. Con los niños más cerca de su propia edad, tu peque no estará completamente preparado para «socializar», así que no te sorprenda si tu chiquitín se molesta o incluso arremete contra algo como un juguete que le han arrebatado. Mejor, aprovecha la oportunidad para redirigirlo y recordarle suavemente de la reacción apropiada.
- Parques de juego: Si eres nueva en una zona y aún no tienes amigos o familiares cerca, siempre puedes intentar aventurarte al parque de juegos local. El parque ofrece una gran oportunidad para conocer a otros padres con hijos de la misma edad para establecer futuras reuniones para jugar. Jugar en el parque también te da la oportunidad de recordarle a tu pequeñín de habilidades sociales apropiadas, como esperar su turno para el columpio – incluso si no está muy contento de esperar su turno aún.
- Clases: Incluso si tu pequeñín no está en la guardería, ¡eso no significa que no puede estar en una aula! La hora del cuento en la biblioteca o incluso las clases de música son geniales para ayudarle aprender con otros niños. La mayoría de los programas que se ofrecen a esta edad son para padres e hijos, y tu presencia ayudará a tu chiquitín a sentirse más cómodo en un nuevo entorno. Otra ventaja de las aulas es que aprenderá a seguir instrucciones de otro adulto, el instructor.
Un niño pequeño que va a la guardería puede pasar más tiempo con otros niños que muchos niños que no están inscritos en la guardería, pero eso no significa que necesariamente va a estar más bien socializado que un niño pequeño que pasa sus días en casa. La clave para que la socialización de tu chiquitín continúe en desarrollo es salir, explorar nuevos ambientes y conocer gente nueva de todas las edades. Si continúas ampliando sus horizontes, pronto verás a tu pequeñín salir de su capullo y transformarse en una verdadera mariposa social.