¿Por qué duermen tanto los bebés?

El sueño infantil temprano es a menudo dividido en tantas piezas que nunca parece tranquilo, pero eso no significa que no haya suficiente de él. Incluso cuando los bebés están durmiendo hasta 20 horas al día, todavía están trabajando duro. La investigación sugiere que, incluso cuando los bebés parecen estar durmiendo pacíficamente, hay mucho más por debajo de la superficie de lo que parece.

Aprendizaje

En el comienzo de la vida de un bebé, puede parecer que no hay tiempo para aprender, ya que todo se trata de sueño y de lo que crece el bebé, pero su educación comienza tempranamente, y el sueño juega un papel importante en ella. En los primeros meses de vida, los recién nacidos duermen en periodos fragmentados con frecuentes despertares. Se piensa que este patrón de sueño es especialmente bueno para el aprendizaje temprano por varias razones diferentes.

En primer lugar, los patrones de duración más cortos, que conducen a un sueño más superficial, pueden ayudar al cerebro a madurar. También puede ayudar a que los recuerdos y el aprendizaje se consoliden y almacenen en ese cerebro de rápido crecimiento. Más que eso, incluso cuando están dormidos, los bebés están procesando y aprendiendo de las cosas que han hecho y visto cuando estaban despiertos.

Por ejemplo, un estudio publicado en el año 2006, sobre cómo aprenden los niños de 15 meses, mostró que los niños que tomaron una siesta después de escuchar algunas palabras en un nuevo idioma tenían más probabilidades no sólo de memorizar esas palabras, sino de saber cómo usarlas o usarlas creativamente. Un estudio de seguimiento examinó cómo los niños de 15 meses retuvieron la información 24 horas más tarde, y los resultados sugirieron que el sueño es un componente clave para la memoria a largo plazo.

Estado anímico

Puede parecer obvio decir que los bebés descansados ​​son más felices y más sociales que los bebés que tienen más dificultades para descansar lo suficiente, pero en realidad hay investigaciones para respaldar este hecho aparentemente obvio. Un estudio publicado en el año 2008 concluyó que, de los bebés que fueron encuestados, a los 3, 6 y 11 meses, los que dormían más y en intervalos más regulares tienden a tener personalidades más accesibles, así como una mayor adaptabilidad y que esto, podría durar durante la niñez.

Además, un estudio del año 1999, mostró que los niños pequeños, de 14 a 16 meses de edad, que dormían mal tienden a sentirse más angustiados en situaciones ligeramente estresantes a diferencia de los bebés bien descansados.

Crecimiento

El efecto del sueño en el crecimiento es difícil de determinar, ya que no hay forma de saber cuánto habría crecido un bebé bajo diferentes circunstancias. Sin embargo, el sueño se ha relacionado con la producción corporal de la hormona del crecimiento humano. Más allá de eso, varios estudios, incluyendo un estudio del año 2009 sobre el crecimiento infantil en los primeros 6 meses de vida, estableció una conexión entre el sueño acortado o fragmentado y la obesidad infantil.

Hay un límite en la cantidad de investigación disponible sobre el efecto que el crecimiento infantil tiene sobre el estado de ánimo o el aprendizaje, pero las conexiones están ahí. Puede ser un cliché, pero también es cierto – al final, ¡tu bebé duerme tanto porque está en pleno crecimiento!


Fuentes
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