No es probable que su hijo(a) entienda el concepto de alergias, ya que incluso la mayoría de los adultos realmente no entienden cómo funciona el sistema inmunológico. Sin embargo, su pequeño(a) probablemente puede entender la idea de que ciertas cosas pueden ser dañinas, por lo que usted querrá comenzar por allí.
Por ejemplo, cuando todos los otros niños comen mantequilla de maní, un niño con una alergia puede comenzar a ver su alergia como un castigo. Usted querrá encontrar algunas alternativas deliciosas y divertidas para mantenerlo en buen estado y así el/ella va a comenzar a entender los peligros de su alergia.
Crear un lenguaje coherente
Averigüe lo que usted llamará alérgenos cuando esté hablando con su hijo, como alimentos «seguros» versus «inseguros» o «puede» versus «no puede» y luego use esas palabras para describir consistentemente los desencadenantes alergénicos. Si puede, utilice esta terminología para describir únicamente los factores alergénicos, de manera que él/ella no confunda las alergias con otras restricciones.
Hablar abiertamente
El manejo de la alergia de su hijo es algo que deben hacer juntos. «Protegerlo» de una manera extremista como una forma de manejar sus alergias, significa perder las oportunidades de educarlo(a) sobre cómo protegerse en un futuro. También puede dar la impresión de que algo sobre él/ella es una carga, o es incorrecto.
En su lugar, mantenga informado a su hijo(a) cada vez que tome una decisión basada en su alergia. Utilice el término «Nosotros» en lugar de «Yo» o «Usted» cuando sea posible. Diciendo cosas como «Necesitamos comprar este tipo de leche, no el tipo inseguro» o «debemos recordar tomar nuestro medicamento antes de irnos», convierte su alergia en una experiencia compartida y enséñale sobre los tipos de decisiones que él/ella puede necesitar hacer para protegerse a medida que crece.
Enseñar a los adultos
Aunque su hijo no entienda completamente sus alergias, o cómo evitar los alérgenos, los adultos que lo rodean en su vida pueden ayudarlo(a) a medida que aprende. Hable con todos los cuidadores regulares, maestros y parientes cercanos, y hágales saber sobre las alergias de su hijo(a) para que puedan ayudarle a evitarlos y a reforzar las palabras de referencia (seguras/inseguras, alimentos que se pueden/alimentos que no se pueden) que usted le ha ensenado a su niño(a) a reconocer.
Materiales de alerta de alergia
Podría ser muy buena idea que su hijo(a) tenga un brazalete de alerta de alergias que le pueda permitir rápidamente a cualquier adulto saber qué alergias buscar y saber la información de contacto de emergencia.
Si su hijo tiene más de una alergia, es posible que desee imprimir algunas copias de una lista de alérgenos que puede llevarla con él/ella y podérsela dar a cualquier cuidador secundario. Considere detallar cualquier alimento no obvio o situaciones en las que su hijo(a) pueda encontrar un alérgeno, así como cuáles son las alergias.
Si su hijo tiene una alergia severa, también es muy buena idea escribir un plan de atención de emergencia que les permita a los cuidadores saber qué pasos tomar en caso de una reacción alérgica y a quienes deberían contactar. Esto podría incluir antihistamínicos o usar un inyector de epinefrina, ya sea un viaje al hospital, una llamada al 911 o al número de emergencia local.
Fuentes
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«Food Allergies in Schools.» CDC. Centers for Disease Control and Prevention. June 2015. Web.
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«Talking to Children About Their Food Allergies.» Food Allergy Research and Education. Food Allergy Research & Education, Inc. 2016. Web.