La lactancia materna puede sentirse como algo de » Es ahora o nunca», ya sea que empiece cuando esté en el hospital después de dar a luz, o no empiece en absoluto, e incluso si empieza una vez y luego se detiene. Existen muchos factores que pueden obstaculizar el amamantamiento, desde tomar un medicamento que puede transferirse en la leche materna hasta los cambios que pueden surgir en el trabajo o en la vida familiar y que hacen difícil amamantar regularmente, simplemente por no tener la energía para lidiar con el truco de lograr un buen agarre del bebé al seno ya que se esta recuperando hasta ahora de haber dado a luz. Sin embargo, la lactancia materna no tiene que ser todo o nada. Si bien no hay garantía de que pueda amamantar si usted se ha detenido, o si nunca ha comenzado, o si quiere probar y tiene tiempo y energía para invertir en el proceso, existe una buena probabilidad de que usted pueda relactar o volver a amamantar de nuevo.
¿Quién puede relactar?
Aunque no hay nada definido – nunca es demasiado tarde para tratar de amamantar nuevamente- cuanto más tiempo espere para empezar, más difícil será el tiempo que usted y su bebé tendrán. Los factores que podrían obstaculizar el reinicio, incluyen el alentar a su cuerpo a producir leche, lo cual es más fácil después de dar a luz o dejar de amamantar, y alentar a un bebé previamente alimentado con biberón a que se acople al pecho. Por lo general, es más fácil empezar a intentarlo alrededor de los 3 meses después de dar a luz o antes, o poco después de dejar de amamantar si es que amamantó por un tiempo. Es especialmente fácil si su cuerpo produjo una gran cantidad de leche al comienzo, pero eso no significa que no será capaz de hacerlo nuevamente. Los bebés mayores de 6 meses y los bebés que nunca han amamantado antes tienden a tomarse un poco más de tiempo con la relactación, pero aún sigue siendo posible.
La leche producida por la relactación a veces puede ser suficiente para amamantar exclusivamente, pero es mucho más importante, lo que su bebé necesita, y probablemente tendrá que complementar con leche de fórmula para asegurarse de que su bebé esté recibiendo las suficientes calorías en un día. Esto puede parecer desalentador, pero los beneficios que provienen de la lactancia materna incluso una pequeña cantidad, podría continuar ayudando a su bebé durante años en el futuro a medida que crece.
Las mujeres que están tan concentradas en tener la experiencia de amamantar a sus bebés así como también, recibir los beneficios para su salud que la lactancia materna ofrece, tienden a tener una experiencia de relactación más satisfactoria.
¿Cómo funciona la relactación?
Los dos objetivos que deben alcanzarse antes de que usted pueda comenzar la lactancia materna, ya sea por primera vez o después de una larga pausa, son que su cuerpo comience a producir leche, y que su bebé aprenda a tener un buen enganche a su pecho. Afortunadamente, estos dos objetivos pueden funcionar juntos: Ambos son la mejor manera para estimular la lactancia y enseñarle a su bebé a tener una buena posición de agarre al pecho, solo tiene que darle muchas posibilidades de que practique ya que la estimulación mamaria es el factor más importante para estimular la relactación.
Es posible utilizar una bomba manual o eléctrica para estimular la mama, y en muchos casos, es una combinación de bombeo y lactancia lo que ayuda a que la lactancia vuelva a funcionar. Al igual que la lactancia materna desde el principio, si usted lacta o bombea tan a menudo como su bebé se alimenta, esta estimulación regular del seno le enviara señales precisas a su cuerpo acerca de cuánta leche debe producir. Cuando comienza, esto generalmente significa amamantar o bombear de 8 a 12 veces al día, durante unos 15 a 20 minutos cada vez, alternando los senos cuando el primero se sienta vacío y estimulando ambos pechos por igual. Por otro lado, algunos consejos recomiendan olvidar los horarios por completo al principio y bombear en cualquier momento que tenga un minuto libre, así como lactar ofreciéndole a su bebé el pecho para que este cómodo cada vez que esté molesto o quisquilloso.
Lactar con frecuencia y bombear son el ingrediente crucial para la relactación, pero no es el único. Otras estrategias que pueden ayudar con la lactancia materna en estas circunstancias incluyen:
- Tiempo piel a piel: Pasar tiempo juntos y en un ambiente relajado puede ayudar a su bebé a alcanzar el punto en el que se cierran esos «clics». Pero más que eso, el contacto piel a piel con su bebé libera ciertas hormonas en su cuerpo que aumentan la unión y la lactancia regular, hasta el punto en que es una parte ampliamente aceptada en el tratamiento de los bebés que nacen prematuramente.
- Salud general: Al igual que cualquier otra aspecto de su vida, la lactancia es más probable que se ejecute sin problemas si usted está físicamente saludable, por lo cual es importante beber suficiente agua y llevar una alimentación saludable y equilibrada.
- Dispositivo suplementario para lactar: Los dispositivos suplementarios de lactancia que alimentan con leche de formula a los bebés que son amamantados en el pecho, pueden ser de gran ayuda para la relactación. Estos ofrecen la estimulación necesaria en los senos para que la lactancia fluya, así como también ayudan al bebé a asociar la lactancia con la alimentación, asegurando al mismo tiempo que el/ella tenga suficiente comida mientras la leche materna continúa desarrollándose.
- Medicamentos o suplementos de hierbas: Hay muy poca investigación que se ha hecho sobre la relactación. En algunos casos, un médico podría prescribir un medicamento, como la metoclopramida, aunque no está claro si esto funciona para aumentar la producción de leche materna. También hay algunos, en su mayoría anecdóticos, en donde dicen que los suplementos de hierbas como la alholva pueden ser útiles. En cualquier caso, la estimulación del pezón, ya sea con una bomba de pecho o durante la lactancia, sigue siendo la parte más importante del proceso.
- Asistencia externa: El asesoramiento de un consultor de lactancia o proveedor de atención médica que esté familiarizado con la relactación, puede ser muy valioso durante este proceso.
- Pezoneras o escudos de pezón: No todos o por lo menos la mayoría de las familias los consideran de gran ayuda, para algunos padres cuando hacen la transición del biberón al pecho, las pezoneras pueden ser de mucha ayuda, ya que le permite a los bebés adaptarse a los nuevos movimientos, texturas y sabores asociados con la lactancia materna.
- Flexibilidad: Es difícil saber qué va a funcionar para su bebé en la relactación hasta que empiece a intentarlo, por lo que estar dispuesto a cambiar las posiciones, los horarios y las estrategias es un buen comienzo – la relactación es un proceso difícil, pero para muchas familias, vale la pena ser flexibles.
A medida que comienza a hacer la transición de su bebé a la lactancia materna, puede notar que el contenido de los pañales sucios también cambia. Los bebés alimentados con leche de fórmula tienden a tener popis que es firme y pardusca, pero las heces de los bebés amamantados son generalmente más suaves, más sueltos y amarillas. A medida que su bebé esté cursando el proceso de transición y se alimente cada vez más de leche materna, usted también podrá ver el cambio en los movimientos de sus intestinos.
Fuentes
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