La hora de juego es una oportunidad perfecta para que tu hijo aprenda los principios del arte, la ciencia, las matemáticas y desarrolle ideas sobre formas, colores y texturas.
Los clásicos
Algunos juguetes especialmente útiles que fomentan el aprendizaje son cosas con las que pudiste haber crecido también – los bloques de madera y los Legos y otros bloques parecidos a los Legos son grandes juguetes de aprendizaje. Construir torres con bloques de madera o con Legos proporciona a tu hijo tiempo para experimentar con los principios introductorios de la física. Por ejemplo, cuando tu pequeñín experimenta con apilamiento de bloques, está aprendiendo sobre comparaciones en peso y forma. Hacer la «torre más alta posible» es un ejercicio de estabilidad en la construcción y una lección de triunfo y de sentirse orgullo de sí mismo
Construcción seria
Los tornillos y tuercas de plástico son otro gran juguete de aprendizaje. No son una garantía de que tu hijo se convierta en alguien útil en la reparación de la casa, pero ciertamente no le hará daño, y estos sencillos juguetes ayudan a que los dedos pequeños de tu hijo se acostumbren a enhebrar y girar, acciones que utilizan las puntas de los dedos en lugar de la palma de la mano. Además, encontrar la tuerca adecuada para un tornillo en particular es a menudo un ejercicio de emparejamiento y cálculo de categorías, ya que las diferentes tuercas y tornillos de plástico son típicamente de diferentes colores y formas. Si están trabajando juntos, varios niños pueden empezar a trabajar para compartir las tuercas y los tornillos. Compartir no es algo muy natural para los niños pequeños, por lo que las actividades que les dan mucha práctica en estos primeros años son un buen punto de partida.
La vida de la mente
Por último, otro tipo de juguete que estimula el aprendizaje son los rompecabezas. Los rompecabezas gigantes en el suelo dan a los deditos pequeños la oportunidad de empujar y mover las piezas más grandes con facilidad. Lo mismo puede decirse de los rompecabezas de madera, que a menudo presentan personajes de dibujos animados familiares, si eso es algo que puede interesarle a tu chiquitín. Los rompecabezas pueden ser parte de una rutina de tiempo tranquilo, y los más pequeños son fácilmente portátiles para llevarlos a sitios en las que un niño pequeño puede tener que practicar la paciencia.