Lo más probable es que tu casa no se vea tan parecida a como se veía en los días antes de la llegada del bebé. Entre el hecho de que la vida con un bebé, y luego con un niño pequeño, es un ejercicio para no tener nunca suficientes manos o tiempo en el día, y la abundancia de juguetes, equipo y actividades que vienen junto con tu pequeño paquete de retos y alegría, la limpieza puede llegar a ser difícil en el mejor de los casos. La buena noticia es que tu chiquitín probablemente esté ansioso por ayudarte si puedes darle tareas claramente apropiadas para su edad. Incluso si es más reacio, limpiar con tu pequeñín se puede convertir en un juego si mantienes las cosas ligeras y divertidas. Ahora es un buen momento para empezar a averiguar cómo involucrar a tu peque en mantener las cosas un poco más limpias.
Un lugar para todo
Asegurarse de que todo lo que tu chiquitín te ayudará a guardar tiene un lugar específico al que va, que eventualmente conocerá y con cual dependerá, es un gran lugar para empezar, y te preparará para el éxito cuando se trata de mantener una casa ordenada con un niño pequeño corriendo alrededor. Los niños pequeños aprenden a través de rutinas, y tener lugares consistentes y de fácil acceso donde los juguetes y otros objetos del hogar van cuando son guardados es una gran rutina en la que se puede entrar. Los recipientes para juguetes, estanterías, cajones, contenedores y baúles pueden ayudar a hacer la vida más fácil de esta manera.
Es hora de limpiar
Tener una hora constante del día en la que se realiza la limpieza y hacerla parte de la rutina es otra forma de involucrar la limpieza en lo que tu bebé está aprendiendo sobre mundo. A esta edad, tu chiquitín se está dando cuenta de los patrones a lo largo de su día. Algunos niños incluso comienzan a anticipar los eventos esperados antes de que ocurran. Dependiendo de tu rutina, puedes hacer la limpieza una parte de cualquier parte diferente, ya sea que se esté preparando para la cena, ponerle fin a su día antes de acostarse o comenzando el día de manera productiva ordenando. Haciendo que la limpieza sea parte del ritual familiar consistente, tu pequeñín empezará a entender cuando viene, y será menos chocante cada vez.
Compartir el trabajo
Limpiar al lado de tu peque no solo le muestra cómo se hace, pero también fomenta el deseo para limpiar. No solo eso, sino que mientras está pequeño, necesitará de tu ayuda para limpiar. Los niños pequeños de esta edad se distraen fácilmente y necesitan orientación. El lado positivo es que esta es otra actividad que pueden hacer juntos.
Diviértanse
No importa lo que estés haciendo, lograr hacerlo divertido es a menudo la mejor manera de mantener las actividades que estás haciendo con tu chiquitín funcionar a la perfección. Si te estás divirtiendo, tu frijolito también se divertirá. Al mantenerlo ligero y fácil, hay menos presión para hacer las cosas bien y ordenar puede no convertirse en una tarea temida. Puedes plantearlo hablando de animales de peluche que regresan a su casa para que puedan dormir por la noche, o hacer una cuenta regresiva para hacer el trabajo. Las canciones de limpieza también son una gran manera de mantener las cosas ligeras – y cualquier canción puede ser una canción de limpieza si se sustituyen palabras sobre la limpieza. Incluso la limpieza puede convertirse en un juego.
Mantén las expectativas bajas
Tu pequeñín a penas viene comenzando, y será de gran ayuda seguir recordándote a ti misma que enseñarle limpiar, como la mayoría de los retos de la crianza de los hijos, será un trabajo en progreso a lo largo de niñez. Ahora, trata de conseguir que tu tesorito entienda que a cierta hora del día es el momento de poner todas sus pertenencias de vuelta a donde pertenecen. Mantenlo ligero y divertido y canta cuando sea posible. No será perfecto, pero incluso otro par de manos muy pequeñas puede ayudar a mantener la carga de trabajo un poco más ligera.
