Las bebidas azucaradas como los refrescos, las bebidas deportivas, y sí, incluso los jugos de frutas, son el lobo con piel de oveja de los alimentos poco saludables. No se anuncian como comida chatarra, pero por la cantidad de azúcar que contienen, son casi iguales a los dulces y helados.
¿Por qué decir no a las bebidas dulces?
Las bebidas azucaradas no te dan la misma sensación de saciedad que la comida; tu cuerpo todavía tiene hambre una vez que consumes una bebida azucarada. Los investigadores han encontrado que las personas que consumen bebidas azucaradas con regularidad -incluyendo jugos de frutas como naranja, manzana y piña- tienen un mayor riesgo de diabetes, presión arterial alta, problemas cardiacos, gota, cálculos renales, osteoporosis, obesidad y deficiencias nutricionales.
Existen otras razones para evitar bebidas azucaradas, no todas ellas relacionadas con la salud.
- Podrían hacer que te den antojos de comida poco saludable: Las investigaciones sugieren que beber refrescos azucarados hace que la gente anhele alimentos dulces con alto contenido de carbohidratos.
- Si tienen cafeína, están hechos para ser adictivos: Todos menos uno de los refrescos más consumidos tienen cafeína, que es una sustancia ligeramente adictiva.
- Cada vez los están haciendo más grandes: En la década de 1950, el tamaño estándar de una botella de refresco era de 6.5 onzas. Después de eso vino la lata de 12 onzas. Hoy en día, las botellas son entre 20 y 64 onzas, y no hay señales de que se detengan.
- Te dañan los dientes: El azúcar refinado es uno de los principales culpables. Un análisis de datos de 1971-1974 encontró que la bebida de soda era el predictor más fuerte de si los niños tendrían o no caries, y cuántas tendrían (aquellos que consumían más tendrían más caries).
- Tienen aditivos sospechosos: La cafeína es uno de ellos, pero también hay colorantes amarillos y rojos que se sabe que causan asma, urticaria, secreción nasal y, más raramente, reacciones que ponen en peligro la vida. Los edulcorantes artificiales como la sacarina y el acesulfamo también son cuestionables y se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer.
- Los peligros de la industria de la soda: Vale la pena señalar que la propia industria de la soda es bastante cuestionable. Gasta cientos de millones de dólares al año para poner grandes marcas de refrescos en máquinas expendedoras en escuelas y tiendas escolares, en programas de televisión y publicidad en películas, e incluso en juguetes para niños. Las etiquetas nutricionales son a veces inexactas o engañosas, así como también, junto con algunas otras cosas no tan buenas. Es completamente justificable si esto no es una preocupación, pero definitivamente es el punto clave para algunas personas que están considerando dejar los refrescos.
- Pondrás el ejemplo a tu bebé: Vas a tener una gran influencia en la vida de tu peque. Si ya eres una gran bebedora de bebidas azucaradas, ¿por qué no empiezas a reducir el consumo ahora? Será mucho más fácil fomentar los buenos hábitos de tu chiquitín para que cuando sea mayor pueda escoger entre las mejores opciones de comidas y bebidas.
- Ahorrarás dinero: Incluso el simple hecho de reducir a la mitad la cantidad de bebidas azucaradas que compras tendrá un impacto en sus finanzas.
¿Cuánto es demasiado?
La mejor manera de controlar tu consumo de azúcar es prestar atención a la cantidad de gramos de azúcar que consumes en un solo día. Puedes clasificar la calidad de las bebidas azucaradas en función de la cantidad de azúcar que traen en una sola porción.
- Lo mejor: Las bebidas que tienen desde cero gramos de azúcar hasta cinco gramos de azúcar en una porción de 12 onzas son la opción más saludable.
- Aceptable: Las bebidas que tienen entre seis y 12 gramos de azúcar no son buenas, pero no serán perjudiciales si las bebes con poca frecuencia.
- Lo peor: Cualquier bebida que tenga más de 12 gramos de azúcar en una porción de 12 onzas debe ser evitada; definitivamente no debe ser algo que bebas regularmente.
Qué dulce es… ¿lo es?
Las bebidas azucaradas a menudo contienen grandes cantidades de calorías y azúcar, y poca o ninguna nutrición, por lo que es mejor restringirlas a ocasiones especiales o a un lujo infrecuente. Incluso si beber bebidas azucaradas no era un problema para ti, antes del embarazo, ahora más que nunca es importante que controles tu ingesta de azúcar para asegurarte de que no consumas más de la cantidad recomendada en un día.
Fuentes
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