Cuando empiezas a agotarte en un trabajo, es hora de ir más despacio o de buscar uno diferente. Pero cuando el trabajo en el que te estás quemando es ser padre, dejarlo no es una opción. Puede ser difícil equilibrar los aspectos laborales, sociales y familiares de tu vida, e intentar abarcar demasiado no sólo te afectará a tí, sino también a tus hijos.
¿Por qué se queman los padres?
La crianza de los hijos es el único trabajo que requiere tu atención todo el día, todos los días, durante todo el año, por lo que es natural que se preocupe por el agotamiento. La vida puede ser estresante y si tienes varios hijos, un trabajo, la escuela, otros parientes que necesita cuidar, y/o mascotas, todas estas cosas pueden agravar y aumentar tus niveles de estrés y agotamiento.
Criar hijos no es inmediatamente gratificante. Puede tomar mucho tiempo enseñar a los niños nuevas habilidades y comportamientos, por lo que la crianza de los hijos implica mucha paciencia. Si tienes muchas otras cosas en tu vida, tu paciencia se puede extender. Curiosamente, ser un buen padre y establecer un alto nivel de paternidad puede añadir aún más estrés a tu vida y llevarla al agotamiento más rápidamente.
Factores de riesgo
Algunos padres tienen un mayor riesgo de quemarse que otros. Es más probable que los padres de los bebés se sientan agotados porque satisfacer las necesidades físicas de un niño pequeño, así como la falta de sueño, es agotador. En el otro extremo del espectro, los padres de los adolescentes corren el riesgo de quemarse porque las exigencias de mantenerse al día con el horario de sus hijos y sus cambios de humor pueden ser abrumadores. Otros tipos de padres también están en riesgo:
- padres solteros o padres que sienten que no tienen suficiente apoyo de su pareja
- padres que ponen las necesidades de sus hijos por encima de todo, incluyendo relaciones adultas, pasatiempos o un trabajo
- padres de niños con necesidades especiales
- padres con problemas crónicos de salud física o mental
- padres en la pobreza, relaciones inestables, o con otras tensiones circunstanciales significativas
Señales de advertencia
El desgaste de los padres por lo general no surge de la nada, sino que se acumula lentamente. Hay algunas señales que hay que tener en cuenta, como por ejemplo:
- Irritabilidad constante que no parece tener una causa específica.
- resentimiento y frustración hacia sus hijos y sus necesidades, sin importar cuán básicas sean.
- Sentirse inadecuado en su trabajo como padre o como si nada de lo que hace fuera lo suficientemente bueno.
- Retraimiento o separación emocional de sus hijos.
Formas de evitar el agotamiento de los padres
A pesar de las exigencias de la paternidad, el desgaste de los padres no es inevitable. Estar informado sobre cómo se desarrollan los niños te ayudará a entender de lo que son capaces tus hijos y cómo serán sus comportamientos a ciertas edades. Saber qué esperar puede ayudarte a tener algo de control en tu propia vida y en la crianza de tus hijos. Otras maneras de ayudar a evitar el agotamiento de los padres incluyen:
- Cuidar de tus propias necesidades: Los padres a menudo ponen sus necesidades al final, pero un padre bien descansado, bien alimentado, con intereses y amistades propias no sólo es un buen modelo a seguir, sino un padre más feliz.
- Controlar el estrés: La crianza de los hijos es estresante y también lo son otros aspectos de la vida, como el trabajo, la escuela, los amigos y otros miembros de la familia. Encuentre maneras de relajarse, ya sea meditando, haciendo ejercicio o teniendo a alguien con quien hablar sobre sus preocupaciones.
- Cultivar una red de apoyo: Pedir ayuda no es debilidad, es una señal de que conoces tus límites. Nunca subestimes el poder de la amistad o la importancia de las niñeras.
- Sé realista: No puedes esperar hacer todo, y a veces tendrás que decir que no cuando tu hijo lte pide que agregue otra actividad a un horario ya lleno, o para otra solicitud.
- Evite compararte con otros padres: Alguien que conoces puede parecer que lo tiene todo planeado, pero usted tiene que averiguar qué es lo que funciona para tí y tu familia. Si te comparas constantemente con otros padres, nunca sentirás que estás haciendo un buen trabajo.
Sobre todo, concéntrese en las cosas que han salido bien, no en las que han salido mal. No puedes revertir tus errores, pero puedes aprender de ellos y construir sobre tus éxitos.
Perspectiva
Ser padre o madre es estresante, y todos los demás aspectos de la vida pueden sumarse al estrés, incluyendo el trabajo, la escuela, otros miembros de la familia y amigos. Tener todas estas cosas es saludable y conduce a una vida completa y plena, pero el equilibrio es la clave para no quemarse. El agotamiento puede afectar negativamente a tus hijos y a los que te rodean, ya que puede hacerte irritable, resentida e incluso retraída. Es importante conocer tus límites, ser paciente y saber cuándo decir que no.
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