Cuando los niños son pequeños, sus padres son todo su mundo. Aprovechando esta ventana de tiempo en la que tu hijo quiere estar contigo y hacer todo contigo, puedes plantar las semillas de un hábito para toda la vida. Esta es una de esas lecciones cuyos beneficios puedes cosechar a corto plazo al animarlo a que limpie por sí mismo.
Dile delicadamente
Las transiciones son difíciles para los niños pequeños, especialmente cuando implican dejar de hacer algo divertido. Darle a tu chiquito un recordatorio gentil, algo así como: «Cariño, tienes cinco minutos más para jugar con tus trenes y luego limpiaremos juntos» puede ayudarlo a prepararse para la transición. Mantén tu tono de voz ligero y feliz.
Usa un cronómetro
Programar una alarma en un reloj es una forma conveniente de despersonalizar el final de la diversión. Tu hijo puede incluso disfrutar ayudándote a ajustar la alarma. Asegúrate de que sepa que cuando suene la alarma, ambos comenzarán a limpiar juntos. Después de unas cuantas veces, te sorprenderá ver lo rápido y fácilmente que tu bebé comienza a limpiar cuando suena el cronómetro.
Da opciones dentro de los parámetros que establezcas
A los niños, incluso a edades muy tempranas, les encanta sentirse independientes y «grandes». Cuando les das opciones, les permites que extiendan un poco sus alas y eviten un choque de voluntades. Prueba algo como: «¿Te gustaría limpiar ahora y luego tomar un baño? ¿O jugar cinco minutos más y luego papá te ayudará a limpiar antes de bañarte?». Cualquiera de las dos opciones te viene bien a ti, pero cuando tu hijo tiene voz y voto, el proceso de transición tiende a ser mucho más agradable.
Hazlo divertido
Cualquier cosa que puedas hacer para que las tareas sean divertidas es una victoria, ya sea que tengas tres o treinta años. Quítale la molestia a la tarea de limpiar desde el principio, y es posible que tu hijo nunca batalle con ello. Pueden turnarse para poner libros en un estante con las exclamaciones «¡Tu turno!» «¡Mi turno!» y luego «¿Quieres otro turno?»
Las canciones de limpieza también ayudan a crear una atmósfera alegre y a mantener el impulso. Eventualmente, tu hijo puede incluso reaccionar a la canción de limpieza como lo hace con el cronómetro, cambiando automáticamente a la actividad de limpieza.
Aplaudir y animar también les enseña a los niños pequeños que algo como poner bloques en una canasta es divertido. Hago esto con mi hijo de un año.
Haz que la limpieza sea parte de una rutina
Conecta la limpieza con otra cosa que sea parte de la rutina diaria. Estas pueden ser cosas pequeñas como recoger un juguete antes de sacar otro, o conexiones más grandes como empezar a limpiar el cuarto de juegos cuando escuchas a papá abrir el agua para el baño. La idea es convertir la limpieza en un hábito diario que se entrelaza con otras actividades diarias.
Admiren juntos el resultado
Haz un gran alboroto al darte cuenta de lo bonito que se ve el cuarto o el estante una vez que los artículos se han vuelto a colocar en su lugar. Dile a tu bebé que te diste cuenta de lo duro que trabajó, y que todo se ve muy, pero muy bien. Construirás la confianza en sí mismo y asociará sentimientos positivos con el resultado final de la limpieza, algo que ayudará a cimentar el hábito.
Disfruten de una recompensa
Cuando tu hijo haga un trabajo excepcional o persevere limpiando un desastre particularmente desafiante, dale una pequeña recompensa como: «Dios mío, lo hiciste tan rápido que creo que tenemos tiempo para un libro extra esta noche». La idea es conectar la alegría con un acto que se quiere fomentar – en este caso, limpiar a fondo y eficientemente.
Aunque es más rápido y más fácil que limpies los desastres tú misma, invertir el tiempo para limpiar junto con tu chiquito dará frutos porque, con un poco de suerte, no dudará en limpiar por sí mismo a medida que crece.
Sobre la autora:
Shifrah vive en Tallahasse, FL con su esposo, cuatro hijos, dos gatos y un perro. Además de la maternidad y la escritura, disfruta de la lectura, la fotografía de estilo de vida, la costura, ir a la playa y documentarlo todo en álbumes. Bebe su café negro.