Ya sea que estés considerando el cuidado en el hogar, el cuidado en un centro o el cuidado por parte de un miembro de la familia, probablemente estes en un punto ya cerca a la decisión del tipo de cuidado infantil en tu búsqueda de cuidado.Ahora es el momento de hacer preguntas que pueden ayudarte a determinar si tu elección será una buena opción para ti y tu familia. Es decir, estás intentando determinar si tu bebé estará seguro, feliz y saludable en este lugar y con esta persona cuando no estés cerca.
La estrategia que utilices para determinar si has encontrado algo adecuado será ligeramente diferente, dependiendo del tipo de cuidado que estés considerando.
Si estás considerando una guardería infantil
Los padres que están considerando guarderías infantiles como su principal fuente de cuidado infantil tienen una oportunidad que los padres que entrevistan niñeras no tienen. Las guarderías suelen ofrecer a los padres la oportunidad de asistir a una clase y ver cómo es mientras está en curso. Si haces esto, verifica la proporción de cuidadores a niños. Los centros les dan a los padres números oficiales, pero el poder ver esos números concretamente puede hacer una gran diferencia en tu opinion respecto a ellos.
También verifica si la guardería está certificada, lo cual significa que debe cumplir con ciertos estándares. En algunos estados, las guarderías y los centros de cuidado infantil afiliadas a instituciones religiosas no están obligadas a cumplir con los estándares de certificación. Esto no significa que los centros afiliados a instituciones religiosas no puedan ser excelentes opciones para tu familia, pero es algo que debes tener en cuenta.
Otras buenas preguntas que puedes hacer cuando visites una guardería infantil incluyen:
- ¿Cómo es el día de un bebé aquí generalmente? ¿Qué tal un bebé mayor o un niño pequeño?
- ¿Dónde se duerme la siesta?
- ¿De qué tamaño son las clases y cuan amplias son las diferencias de edades en una clase?
- ¿Cuan flexible es el horario, y se cobra extra por recoger tarde?
- ¿Cuál es su calendario de días feriados?
- ¿Puedo ver su licencia y cualquier otra certificación que pueda tener, incluyendo CPR o primeros auxilios?
- ¿Puedo hablar con un padre actual?
Si estás considerando a un proveedor de atención individual
Cuando estés hablando con una niñera u otro proveedor de cuidado individual, probablemente no tendrás la opción de verlos interactuar con otros niños en el trabajo. En este caso, los testimonios son generalmente la mejor alternativa.
Obtener referencias de amigos, parientes o compañeros de trabajo es una buena manera de apreciar cómo podrían ser. También puedes pedir referencias de antiguos empleadores para tener una idea de cómo se han sentido otras familias en cuanto a un proveedor de cuidado.
Buenas preguntas que se deben hacer durante la entrevista incluyen:
- ¿Cómo se comunican con los padres, y cómo les gustaría manejar la retroalimentación a medida que descubren la mejor manera de colaborar en el cuidado tu niño?
- ¿Alimentan a libre demanda o siguen un horario? ¿Qué tan estrictamente siguen los horarios de las siestas?
- ¿Cómo cuidan a los niños enfermos? ¿Cuántas veces se enfermó en su último trabajo?
- ¿Qué emergencias han experimentado con un niño y qué entrenamiento de emergencia tienen?
- ¿Cuál es su filosofía general sobre el cuidado de niños?
Si estás considerando a un miembro de la familia
Esta opción se está haciendo cada vez más popular entre las familias estadounidenses. Puede ser una gran opción, ya que por lo general es gratuita, o menos costosa que otras opciones de cuidado de niños, y se siente segura para los padres. Sin embargo, esta opción conlleva desafíos que deben ser considerados.
Algunas de las preguntas que los padres deben hacerse al establecer este tipo de arreglo son las siguientes:
- ¿Puede tu padre/hermana/etc. comprometerse a cuidar a tu hijo XX días a la semana, XX días al año?
- ¿Dónde tendra lugar el cuidado – en tu casa o en la de ellos?
- ¿Cómo manejarás las diferencias en las modalidades de cuidado de niños (por ejemplo, tiempo frente a la pantalla, mantener un horario para el niño, etc.)?
Una vez que hayas decidido, ¿cómo sabrás si no está funcionando?
Mantente atenta a estas señales de que tu elección de cuidado de niños podría no estar funcionando.
- Pasar por el lugar inesperadamente y darte cuenta de que la proporción cuidador-niño es más baja de lo que se le había dicho.
- Un centro que introduce conceptos de disciplina y castigo a niños demasiado pequeños para entenderlos, como los bebés y los niños muy pequeños.
- Un ambiente peligroso o inseguro.
- Bebés que se duermen en asientos de coche, que no tienen suficiente espacio para dormir la siesta, o bebés que se duermen de cualquier otra manera que no sea boca arriba, solos, en una cuna-colchoneta firme sin ropa de cama aparte de una sábana bien ajustada.
- Los niños enfermos son atendidos en la guardería, en lugar de ser enviados a casa.
- Los niños pequeños mirando la televisión, o la falta de oportunidades para explorar con seguridad y jugar de maneras educativas.
- Si te sientes incómodo dejar a tu hijo allí. Para muchos padres es difícil comenzar a dejar a los niños pequeños en la guardería, pero si esa sensación de incomodidad persiste o empeora, puede ser una señal de que la estructura de la guardería que tienes no es la adecuada para tu familia.
Conclusiones finales
Al elegir un proveedor de cuidado infantil, investiga lo más que puedas y no tengas miedo de hacer preguntas o solicitar hablar con otro padre que pueda darte una visión realista de la opción que estás considerando. Presta atención a tus sentimientos y asegúrate de tener un plan de respaldo.
Finalmente, recuerda que el cuidado infantil es una inversión y es uno de los componentes más importantes de tu regreso al trabajo. Una vez que tengas un plan sólido de cuidado infantil y un plan de respaldo, todas las demás partes de tu reincorporación al trabajo después de tu ausencia por maternidad gozarán de mucha más estabilidad. Es probable que valga la pena pagar un poco más de dinero por una guardería de calidad, si puedes costeartelo, simplemente para que puedas tener la tranquilidad de saber que tu bebé está bien mientras estás en el trabajo. Como padre que trabaja, pronto entenderás que la tranquilidad no tiene precio.