¿Por qué el bebé cruzó la calle? Porque su carriola iba por ahí, ¡y no tenía muchas opciones!
A medida que tu hijo crece, también lo hace su sentido del humor, y ese sentido del humor está creciendo en correspondencia directa con su comprensión del mundo. El humor proviene de la comprensión de las normas y la sorpresa que viene cuando esas normas se rompen. Piensa en tus chistes favoritos. Lo más probable es que dependan de que una palabra se interprete de una manera que normalmente no lo haría, alguien que diga algo en voz alta que las convenciones sociales normalmente dejarían sin decir, o algo que sea tonto porque revela una visión lateral o sin sentido de la realidad.
Los sentidos del humor de los niños pequeños son muy parecidos, es sólo que todavía están aprendiendo cuáles son las normas antes de poder romperlas. Por eso a tantos niños pequeños les gusta el humor de orinales – acaban de aprender que hablar de orinales puede ser tabú, por lo que el humor de baño les parece tan divertido. Tu pequeño está aprendiendo más y más sobre el mundo cada día, y con cada cosa nueva que aprende, el alcance de su sentido del humor se expande. Puedes animar su sentido del humor en muchas formas, desde contarle chistes tú mismo a reírte de los suyos – y jugando juegos que juegan con esta idea de lo inesperado.
El juego de «¿Qué tiene de malo esta imagen?»
En el fondo, el juego «¿Qué tiene de malo esta imagen?» es un cruce entre las actividades de «¿Qué es diferente?» de las revistas para niños que ponen dos fotos casi idénticas una al lado de la otra y le pide a los niños que escojan las diferencias.
Es un juego simple, y puedes jugarlo en cualquier lugar, en cualquier momento – pídele que se tape los ojos con las manos (¡sin mirar!), haz algo tonto (como llevar algo que no es un sombrero en la cabeza, dar la vuelta al libro que estás leyendo al revés, o poner un par de sus calcetines sobre tus orejas), y luego pedirle que abra los ojos y te diga qué es diferente.
Este tipo de juego puede ayudar a reforzar su entendimiento de las normas y cuando esas normas se rompen, después de todo, no puede decir que un libro está al revés a menos que sepa lo que es el lado correcto, y eso también es una gran manera de conseguir esas risas.