La imaginación es un elemento tan básico de la infancia que es fácil olvidar que no es algo que los niños nazcan necesariamente siendo capaces de usar. A medida que crecen para entender mejor el mundo que les rodea, llegan a ser más capaces de participar en el pensamiento figurativo. El uso del lenguaje, por ejemplo, es una de las primeras formas de pensamiento figurativo en las que participan los niños. La palabra «gato» no es en realidad el amigo peludo favorito de tu pequeño, y la palabra «galleta» no es en realidad la merienda que quiere, pero estas palabras se utilizan como los suplentes de las cosas importantes en su vida, y usar las palabras correctas puede ayudarlo a conseguir ese gato de peluche o esa deliciosa galleta – y así comenzará a asociar estos sonidos con las cosas de la vida real que le interesan.
A partir de ahí, las habilidades lingüísticas de tu pequeño empiezan a florecer, lo que casi seguro has notado, y ¡sus habilidades de pensamiento figurativo también lo hacen! El pensamiento figurativo, y la imaginación, pueden ayudar a desarrollar las habilidades sociales de los niños pequeños – necesitan imaginación para empezar a pensar en cómo sus acciones podrían hacer sentir a los demás, después de todo. La imaginación también mejora las habilidades de resolución de problemas, da a los niños formas de divertirse, lo que a su vez puede ayudar a mejorar su capacidad de atención, y puede fomentar el interés por la lectura, el arte o la ciencia a una edad temprana.
Jugar a fingir es una de las principales formas en que los niños pequeños ejercitan y expanden su imaginación, pero definitivamente no es la única forma. Más allá de los juegos de fantasía, puedes estimular la imaginación de tu hijo de muchas maneras cada día.
- Socialmente: Al darle muchas oportunidades para el juego libre con otros niños, estás dándole la oportunidad de inspirarse en la forma de pensar de otros niños – y los giros que da su imaginación. Los grupos de edades mixtas, en particular, pueden ser excelentes para esto, ya que los niños de diferentes edades ven el mundo de diferentes maneras y pueden inspirarse unos a otros para participar en diferentes tipos de juegos de los que podrían hacer por su cuenta.
- A través de historias:A medida que las habilidades de pensamiento figurativo de los niños pequeños se expanden, son capaces de disfrutar de las historias ficticias más de lo que podrían haber hecho a edades más tempranas. Los cuentos pueden ayudar a tu pequeño a empezar a pensar en cómo podrían pensar y sentir los demás, y pueden proporcionar mucha inspiración para el juego imaginativo.
- En la conversación: Hablando con tu pequeño temprano, a menudo, y con entusiasmo le enseña que sus pensamientos y sentimientos son valiosos y que te interesa escucharlos. Hacerle muchas preguntas y luego darle el tiempo y el espacio para pensarlas es una gran manera de fomentar el pensamiento creativo.
A medida que tu hijo crece, te darás cuenta de que sus pensamientos pueden moverse en direcciones inesperadas, y esto es una gran señal de su crecimiento emocional y desarrollo cognitivo. Con tu estímulo, su imaginación podría convertirse en una de sus mayores fortalezas.