Es común que padres y madres luchen con la idea de tomar tiempo de sus días ocupados para recargarse y concentrarse en sí mismos. Al principio puede parecerte contradictorio poner tus necesidades en primer lugar: ¿Cómo te hace eso ser mejor padre o madre? Pero piénsalo de esta manera: el porcentaje al que estés funcionando es el mismo porcentaje que puedes darle a tu bebé. Y depende de ti asegurarte que estás dando el 100 % (o lo más cercano posible).
La verdad es que, si le preguntas a cualquier veterano de la crianza de los hijos, uno de los primeros consejos que te dan es que te revises con regularidad y averigües lo que necesitas. No es egoísta, y no es una pérdida de tiempo importante. Al contrario, te va a ayudar a superar el día. No necesitas tomarte un fin de semana completo para sentirte rejuvenecida. A veces solo necesitas unos minutos para volver a centrarte.
Bien, todo esto suena muy bien, pero ¿cómo en realidad se supone que vas a ponerlo en acción? Aquí hay algunas maneras de empezar.
Obtén ayuda de amistades y familiares
El poder dejar a tu bebé con alguien en quien confías hace que sea mucho más fácil (y más barato) que te vayas por una o dos horas, o incluso por una noche entera. A esta edad, tu bebé toma bastante trabajo, pero hay una buena posibilidad de que tengas por lo menos una o dos personas que podrían estar felices de tomarlo de tus amorosas manos por un tiempo. Esto no solo libera tu horario, sino que ayuda a las personas en tu vida a empezar a construir una relación con tu bebé. Aunque la primera vez que dejas al bebé puede ser difícil y puedas querer controlarlo todo el tiempo, ten en cuenta que tomarte el tiempo para ti misma te ayuda a rejuvenecerte para ser tu mejor versión.
Tómate una noche libre regularmente programada
Algunas noches son para lavar la ropa, limpiar, preparar la comida y cualquier otra cosa que tengas que hacer. Pero debe haber una noche que puedas anhelar, en cualquier intervalo que funcione para tu familia, en la que puedas dedicarte solo a despreocuparte y permitirte a tí misma relajarte. Algunos padres pueden adaptar una noche como ésta una vez a la semana, pero aunque solo sea cada dos semanas, o una vez al mes, es importante tomarte un tiempo para recargarte. Estamos hablando de no trabajar, no planear, y de tomar todo el tiempo posible para ti misma antes de que te duermas. Deja los platos para mañana.
No dejes tus sueños u objetivos al márgen
El hecho de que tu bebé sea parte de tu vida ahora no significa que todo lo demás tenga que salirse del camino. Puede que hagas lo que te gusta con menos frecuencia, pero aún así mereces tiempo para pensar en las cosas que quieres crear, en los lugares a los que quieres ir, y en la gente que quieres ver. Esto puede significar levantarte un poco más temprano, antes de que tu bebé haya abierto los ojos, para pasar algún tiempo centrándote en ti y en tus planes. A largo plazo, perseguir tus propias metas también es bueno para tu bebé; ver que trabajas en cosas que son importantes para ti le dará un gran modelo de cómo vivir su propia vida.
Establece un «tiempo de tranquilidad» diario
Durante un poco de tiempo cada día, haz con tu bebé una actividad tranquila que les dé a ambos un descanso de la acción y la aventura. Esto puede ser colorear, leer un libro, o cualquier otra cosa que te ayude a volver a centrarte y tener tiempo para leer, descansar o hacer cualquier otra cosa que te resulte relajante. Este tipo de actividades también pueden ayudar a tu bebé a desarrollar su sentido de concentración y autosuficiencia. No podrá concentrarse en actividades tranquilas por mucho tiempo de chiquito, pero a medida que crezca, mejorará cada vez más, y tener un tiempo dedicado a esta práctica todos los días le ayudará mucho.
No te compares con otros padres y madres, ya sean reales o imaginarios
Tal vez piensas en algunos padres de familia cuyas habilidades te impresionan mucho. Algunos pueden ser reales, y otros pueden estar del todo en tu cabeza. No importa cuán magníficos parezcan ser otros padres al planear las comidas o al vestir a sus hijos, haz un esfuerzo para no comparar tus experiencias o estilo con el de ellos. Comparar desperdicia energía preciosa y solo te deja sintiéndote inadecuada; algo que no mereces sentir.
Lo que funciona para una familia puede no funcionar para otra, y tú tienes tu propio ritmo especial. Aprende de las familias que admiras, y luego solo aprecia las diferencias. Y nunca sabes quién te está observando; puede que ellos se sientan impresionados por todo lo que haces tú.