En promedio, la recuperación total del parto y la adaptación a la realidad de ser padres tarda aproximadamente un año. Cuatro meses es un acontecimiento para ti y para tu bebé, pero si todavía no te sientes como de costumbre, es completamente normal.
Esto es lo que podrías experimentar esta semana en términos de cambios físicos, salud mental, niveles de energía, necesidades de autocuidado y conexiones sociales.
Tu cuerpo
Los síntomas posparto a las 16 semanas pueden incluir desde cambios en la piel hasta la pérdida del cabello y la lactancia.
Amamantamiento
Si te has estado sacando la leche, asegúrate de que sustituir las piezas, como las membranas, para que el sacaleches funcione de forma óptima.
Si estás sufriendo una obstrucción de los conductos, los masajes y la extracción de leche pueden ayudarte. Sin embargo, los conductos obstruidos pueden provocar una dolorosa infección del tejido mamario llamada mastitis, así que ponte en contacto con tu médico lo antes posible si no puedes resolverlo por ti misma.
Cambios en la piel
Otros posibles problemas de la piel esta semana son la textura irregular, el eczema, la rosácea, la urticaria o las manchas oscuras (hiperpigmentación). Consulta a un dermatólogo si estos problemas no mejoran después de unas semanas.
Caída del cabello
También es posible que empieces a perder más cabello de lo habitual (si no lo has hecho ya). La caída del cabello después del parto puede ser un fastidio, pero intenta no asustarte. Es un síntoma completamente normal que les ocurre a prácticamente todas las mujeres el primer año después del parto, y no durará para siempre.
Tu salud mental
A las 16 semanas de posparto, es posible que te sientas más segura en el cuidado de tu bebé y feliz por esta nueva etapa de tu vida. Sin embargo, la depresión posparto (DPP) y la ansiedad también son relativamente comunes.
Depresión posparto
Aproximadamente una de cada nueve madres primerizas padece DPP. Los síntomas pueden incluir tristeza persistente, dificultad para concentrarse, problemas de sueño, cambios de humor y de apetito.
Los cambios hormonales derivados del destete de la lactancia también pueden contribuir a la melancolía, o los llamados «baby blues». Durante la lactancia, el cuerpo produce las hormonas oxitocina y prolactina, que nos hacen sentirnos bien y nos relajan, y sin ellas podemos sentirnos temporalmente tristes o inusualmente estresadas.
Ansiedad postparto
Algunos de los signos más comunes de la ansiedad posparto son la preocupación constante, la inquietud, los pensamientos acelerados y la sensación de temor. Los síntomas también pueden ser físicos, como temblores, sudoración excesiva y náuseas. Si te sientes ansiosa o deprimida durante más de un par de semanas, comunícalo a tu proveedor o llama a la línea telefónica de Apoyo Internacional al Postparto.
Tus niveles de energía
¿Sientes pereza esta semana? Es probable que la culpa la tenga la falta de sueño. Según una encuesta, los nuevos padres duermen una media de cinco horas y media por noche, aproximadamente dos tercios de las ocho horas recomendadas.
Es posible que aún falte algún tiempo para que tu bebé duerma toda la noche, pero te prometemos que hay luz al final del túnel. Si es posible, intenta alternar con tu pareja parte de la noche, tomar siestas o acostarte muy temprano.
Llevar una dieta equilibrada, mover el cuerpo y beber té o café puede ayudar a prevenir la pereza. Eso sí, procura no pasarte con la cafeína a última hora del día, ya que puede dificultar que te duermas cuando tengas la oportunidad.
Autocuidado
Tu bebé es una prioridad principal en este momento, pero atender a tus propias necesidades también es crucial. Antes de convertirte en madre, puede que tu autocuidado fuera un poco más indulgente, como ver cinco episodios ininterrumpidos de tu serie favorita o darte baños de burbujas de una hora de duración. Pero a los cuatro meses de posparto, puede ser algo tan sencillo como pintarse las uñas, estirarse unos minutos cada día, meditar o volver a la rutina de cuidado de la piel.
Ya sea cocinando la cena juntos, viendo una película en casa o teniendo relaciones sexuales, el tiempo a solas con tu pareja puede ayudarte a mantenerte conectada durante esta agitada etapa. Cuando estés preparada para volver a tener relaciones sexuales vaginales, no pases por alto los anticonceptivos. Es posible ovular y embarazarse incluso antes de que se reanude la menstruación.
Además, independientemente del estado de tu relación, la conexión humana es esencial. La nueva vida como padre y madre puede ser aislante y abrumadora a veces, y establecer vínculos con amigos, familiares y otros padres puede ayudarte a sentirte menos sola y más arraigada.
Revisado por el equipo clínico de Ovia Health
Fuentes
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