Es normal que te pongas nerviosa al ir al baño por primera vez después del parto. Tanto si tuviste un parto relativamente fácil como si fue todo un reto, tu cuerpo tardará tiempo en curarse y eso puede complicar algunas cosas en las que nunca habías pensado antes de dar a luz.
Ir al baño después de un parto vaginal
No vamos a endulzarlo: ir al baño después del parto puede doler. Muchas personas se sienten nerviosas ante su primer movimiento intestinal, sobre todo después del desgarro y los puntos. Incluso orinar puede parecer desalentador. Muchas personas no reciben un asesoramiento eficaz sobre el difícil proceso de la primera ida al baño después del nacimiento, pero hay formas de ayudar a administrar las molestias, incluido el uso de un baño de asiento.
Orina
En el hospital, la mayoría de las mujeres reciben un regalo de los dioses del posparto: un biberón. Este pequeño biberón con pulverizador puede utilizarse para facilitar la micción (y los movimientos intestinales más sólidos) mucho después de la estancia en el hospital. Llénala de agua tibia y asegúrate de pulverizar antes, durante y después de orinar para obtener los mejores resultados. Limpiarse puede ser especialmente doloroso, así que intenta seguir el método de rociar y secar durante al menos una semana después del nacimiento. Ir al baño puede ser más doloroso para las que han sufrido un desgarro, así que pregunta a tu profesional de la salud cuáles son los analgésicos sin receta más seguros para tomar durante este tiempo, por si acabas necesitándolos más adelante.
Al igual que ocurre con muchos otros tipos de dolor, algunas de las mejores formas de aliviar el cuerpo consisten en aplicar frío o calor. Durante las primeras 24-48 horas después del nacimiento, muchas personas encuentran muy reconfortante aplicar una compresa fría o una bolsa de hielo en el perineo. Después de ese periodo, un baño de asiento caliente es útil tanto para la limpieza como para la comodidad.
Puedes darte un baño de asiento en la bañera o con una palangana. Independientemente de la opción que elija, puede hacerlo 2-3 veces al día. Asegúrese de exponer la zona afectada al agua durante 10-20 minutos. Si el agua empieza a estar demasiado fría, vuelva a llenarla. Seque la zona con cuidado y, si su médico se lo ha recomendado, aplíquese un tratamiento tópico.
A continuación, más información sobre tus opciones:
Baño de asiento en bañera
Si tienes bañera en casa, límpiala bien antes de darte un baño de asiento. Llene la bañera limpia con agua caliente (unos centímetros de profundidad) y, según lo que le recomiende su médico, añada medicamentos o sal. Cuando hayas completado el baño, baja lentamente al agua hasta sumergir la zona afectada y respira hondo. Al igual que cuando la sal entra en contacto con un corte, es posible que al principio sientas escozor, pero éste debería desaparecer al cabo de uno o dos minutos.
Bañera de asiento
Si no tienes bañera en casa o no te atreves a sumergirte en ella, una buena opción es un recipiente para baños de asiento, que puedes encontrar en la mayoría de las farmacias. Coloca el cuenco de asiento en el borde del inodoro y llénalo de agua caliente (asegúrate de que la temperatura sea agradable). Al igual que con el baño de asiento, añade medicamentos o sal (según te recomiende tu médico). La forma concreta de llenar y vaciar la taza del baño varía según la marca, así que asegúrate de leer las instrucciones. Agáchate hasta que estés sentado en la taza de la bañera.
El hamamelis también puede utilizarse para aliviar el dolor. Su uso más eficaz es en compresas o toallitas. Puedes comprar compresas de hamamelis ya empapadas, que suelen comercializarse para el alivio de las hemorroides, o hacer las tuyas propias empapando las compresas y enfriándolas después en el frigorífico antes de meterlas en la ropa interior. Si eliges la vía de las toallitas, asegúrate de utilizar unas que no tengas miedo de ensuciar o incluso tirar. También se pueden congelar para conseguir un efecto aún más frío.
Movimientos intestinales
Después del nacimiento, la micción es más o menos inminente, pero es posible que el primer movimiento intestinal no llegue hasta varios días después de salir del hospital. Aquí tienes algunos consejos de eficacia probada que permitirán a tu cuerpo autorregularse de la forma más rápida e indolora posible.
- Hidrátate: El agua no sólo te ayudará si estás amamantando, sino que también actuará como ablandador natural de las heces.
- Toma fibra: Además de un suplemento de fibra, el zumo de ciruelas pasas, las pasas y las verduras de hoja verde, entre otros, son excelentes fuentes de fibra que te ayudarán a mantener todo en movimiento en los días y semanas posteriores al nacimiento.
- Ablandador de heces: Los alimentos ricos en fibra ayudan a ablandar las heces, pero a veces lo natural no basta. Es probable que en el hospital o centro de partos te ofrezcan remedios sin receta, pero también puedes hablar con tu profesional de la salud sobre otros medicamentos para ablandar las heces.
- Recuerda que un poco de estreñimiento es natural: Los altos niveles de progesterona de tu cuerpo, la considerable ralentización de tu sistema digestivo durante el nacimiento y otros medicamentos como los suplementos de hierro o los analgésicos pueden provocar estreñimiento. Puede ayudarte comer frutas hidratantes (como la sandía), verduras y otros alimentos nutritivos con alto contenido en agua.
Si tienes mucho miedo de ir al baño porque has tenido un desgarro grave, el médico debe recomendarte un ablandador de heces y un suplemento de fibra después del parto.
Para aliviar el dolor y aumentar la confianza en que no se te romperá ningún punto, dobla una compresa por la mitad y sujétala junto al perineo o sobre los puntos para que te sirva de apoyo. Esto reducirá el dolor que se produce por el movimiento descendente del perineo. También puedes calentar toallitas para bebés, apoyar los pies en un taburete para facilitar la defecación y hablar con tu profesional de la salud sobre otras posturas que puedan ayudar a tu cuerpo. Utiliza los ablandadores de heces y el suplemento de fibra para conseguir unas heces blandas que salgan fácilmente sin esfuerzo.
Un poco de dolor es natural, pero si el dolor al defecar continúa, hable con su profesional de la salud.
Este contenido ha sido revisado por la Dra. Lisa Hickman y la Dra. Katie Propst. La Dra. Hickman dirige la Clínica de Trastornos del Suelo Pélvico en el Parto del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio. La Dra. Propst dirige la Clínica de Cuidados Posparto de la Clínica Cleveland.
Fuentes
- «Parto vaginal asistido». ACOG. Diciembre de 2020. https://www. acog.org/Patients/FAQs/Assisted-Vaginal-Delivery .
- Kathleen Rice Simpson y Patricia A Creehan. Enfermería perinatal. The American Association of Women’s Health, Obstetric and Neonatal Nurses (AWHONN), Wolters Kluwer, Lippincott Williams & Wilkins. 2008. 3ª ed. Web.
- «Tomar un baño de asiento». Saint Lukes. Saint Lukes. https://www.saintlukeskc.org/health-library/taking-sitz-bath.