Todo el mundo tiene «esos días» en los que todo lo que puede ir mal parece ir mal y ni siquiera se para lo suficiente para recuperar el aliento. Es probable que los conozca de su vida anterior a la llegada de un bebé, pero ahora que están aquí, de alguna manera se las arreglan para parecer incluso menos manejables. Cuando tengas uno de esos días en los que parece que todo se desmorona, a veces te ayudará recordar que esos días siempre terminan, y ahora que tu bebé es un poco más mayor, puede que incluso terminen con una noche de sueño decente. Sin embargo, los días en que esos pensamientos no son suficientes, aquí tienes algunas ideas más específicas para los padres que debes tener en cuenta.
- Meterles cosas raras en la boca acumula su sistema inmunitario
- Esto es literalmente una situación de «lo que no mata a alguien lo hace más fuerte». El hecho de que no te hayas dado cuenta de que han estado royendo la punta de tu zapato durante los últimos 45 segundos sólo significa que tienen más posibilidades de vencer a la supergripe cuando llegue la guardería, ¿verdad?
- Nunca te gustó esa taza de todos modos
- Favorito-shmavorito. A veces las cosas se rompen y sólo tienes que barrer los fragmentos y centrarte en cómo siempre pensaste que la textura del asa era un poco rara, de todos modos. No lo necesitas. Eso le enseñará a tu hijo de menos de un año qué es qué.
- Si pudieras entender lo que dice el bebé, podríais tener un gran desacuerdo.
- Seguro que crees que vas a educar a tu hijo para que coincida contigo en las cosas importantes -política, rivalidad deportiva local, Coca-Cola o Pepsi-, pero tu bebé ya es un individuo con sus propias opiniones, y nunca sabes cuáles van a ser distintas de las tuyas. Así que sí, es difícil y frustrante cuando tu bebé se lamenta y no tienes ni idea de lo que le pasa, pero recuerda que siempre es posible que esté angustiado porque ha visto a alguien salir de la tienda con una Coca-Cola, cuando para él la Pepsi es claramente la mejor opción. A veces, la ignorancia es una bendición.
- Llegará un momento en que la casa parecerá demasiado silenciosa
- Es difícil de creer, pero dentro de una década, más o menos, el bebé probablemente estará fuera de casa con la misma frecuencia que en casa, entre el colegio, los amigos y las actividades. Una década más tarde, se habrá marchado por completo de casa. No es que nunca puedas tener un momento de silencio, es que está injustamente distribuido en el tiempo.
- Hay bebés que sobreviven a auténticas catástrofes naturales, el tuyo puede sobrevivir a que se te haya olvidado meter la merienda en la maleta.
- No tener comida a mano cuando tu niño/a la quiere o la espera puede parecer el fin del mundo, y sí, lo sientes, y no, probablemente no lo vuelvas a hacer, pero a la larga, tu bebé ni siquiera va a recordar este pequeño interludio. Puede que el viaje de vuelta a casa sea menos divertido, pero no os marcará de por vida.
- Realmente va a ser divertido cuando lo describas más tarde.
- Y no de una forma vaga, distante, del tipo «algún día nos reiremos de esto», sino pronto, quizá dentro de una o dos horas cuando se lo cuentes a tu pareja, o mañana por la noche cuando hables con tu madre por teléfono. Puede que ahora no lo parezca, pero los percances más desagradables y los golpes de mala suerte menos probables son, sin duda, los momentos que más tarde darán lugar a las mejores historias.
- En cuestión de horas el bebé estará dormido
- Si el bebé y tú acabáis de empezar el día, puede que pasen muchas horas, pero aun así, puedes medir el tiempo hasta que puedas sentarte y poner los pies en alto en horas, no en días.