Cuando tu bebito empieza a gatear o caminar, cualquier cosa en tu casa vale. A los bebés les encanta explorar, tocar y probar todo lo que tu hogar tiene para ofrecer. ¡Hay un montón de cosas dando vueltas que podrías incluso no darte cuenta que son riesgos de ahogamiento! Aquí hay una guía para mantener tu hogar seguro desde el momento en que tu bebé vuelva del hospital:
- No olvides los conceptos básicos: Asegúrate de que tienes un extintor, detectores de humo y detectores de monóxido de carbono en funcionamiento en caso de emergencia.
- Asegúrate de que hay cosas que están fuera de límites: Cubre los enchufes, pon rejillas de seguridad en la parte superior e inferior de las escaleras y pon sustancias peligrosas como pintura o detergente en un estante alto.
- Reorganiza tu cocina: Pon elementos seguros, como envases de plástico, toallas de papel y esponjas en estantes más bajos e instrumentos afilados o de riesgo de sofocación donde no pueda alcanzar tu bebito. Desconecta los aparatos cuando no estés usándolos y mantén los cables en el mostrador. ¡Considera seguros para gabinetes de plástico o cubiertas para las perillas de la estufa para que no juegue con fuego!
- Asegura tus muebles: Cualquier mesa o silla con una esquina picuda debe cubrirse con un protector acolchado. Monta estantes, marcos y TV para que no caigan y asegúrate de que las cuerdas de las persianas de la ventana están fuera de alcance.
- Oculta pequeños artículos que podría tragarse: Sujetapapeles, chinchetas, cambio suelto y más. No te olvides de mover líquidos como champú, maquillaje y alcohol donde no puede llegar a ellos.
Toma un poco de tiempo durante tu embarazo para mirar alrededor de tu hogar con la mentalidad de un bebé gateando o caminando. ¡Cada artículo es un nuevo descubrimiento que debe investigarse! Debes crear un ambiente flexible para todas las experiencias épicas de tu pequeñín alrededor de la casa.