Una episiotomía es una incisión en la pared vaginal para evitar desgarros graves durante el parto. Generalmente se realiza cuando el cuello uterino está dilatado 10cm o más. La incisión se hace con tijeras o un bisturí con anestesia local y se sutura después del parto. Cortes de la episiotomía se realizan en el perineo, que es el área entre la apertura vaginal y el ano. Profesionales de la salud creen que una incisión quirúrgica prevista se cura mejor que un desgarre espontáneo y evita problemas, como la incontinencia, después del parto. Sin embargo, la frecuencia de las episiotomías rutinarias en partos redujo de 65% a 20% en los últimos 25 años, ya que está surgiendo más evidencia para indicar que el procedimiento no es tan beneficioso como se cree.
¿Cuándo es necesaria una episiotomía?
Una episiotomía es utilizada para parir un bebé grande o uno que está descendiendo rápidamente. También ayuda a acelerar la labor de parto para un bebé que tiene un ritmo preocupante. Potencialmente puedes evitar la necesidad de una episiotomía haciendo masajes perineales con los dedos alrededor de la vagina y el ano antes del parto, esto ayuda a la piel en el área a ser más elástica.
Inconvenientes de las episiotomías
Según investigaciones recientes, las mujeres que se someten a las episiotomías sangran más en la etapa final del parto y tienen recuperaciones más largas, más dolorosas que las mujeres con desgarres espontáneos. Además, aumenta el riesgo de infección y prolonga el tiempo hasta que las relaciones sexuales sean confortables. Una episiotomía podría incluso hacerte más propensa a graves desgarres a través del ano durante el parto y dañar tus músculos del suelo pélvico.
Recuperándote después de una episiotomía o un desgarre espontáneo
Tendrás suturas para reparar el desgarre que se disuelven después de unas semanas. La mayoría de las mujeres no experimentan dolor después de la primera semana después del parto, pero desgarres más severos pueden causar molestias por más de un mes. Para enfrentar el dolor, puede aplicar compresas de hielo o tomar ibuprofeno o paracetamol (mantente lejos de la aspirina mientras estás amamantando). Reduce la irritación cambiando a menudo tu toalla sanitaria y usando un frasco rociador para lavar orina. Asegúrate de mantener limpia el área y trata de no sentarte por largos periodos de tiempo. No olvides tus ejercicios de Kegel para mejorar el tono muscular del suelo pélvico. Debes estar sanada completamente 4-6 semanas después del parto.
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Fuentes
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