Es natural estar nerviosa por tu primera experiencia en el baño después de dar a luz. Una búsqueda rápida en Internet encontrará que hay cientos de historias de horror sobre el dolor y el sufrimiento. Tal vez te estés preguntando cómo es posible que esto sea peor que el dolor de tener a tu pequeño, pero como sabes, otras partes del cuerpo también se ven afectadas por el nacimiento.
No te endulzaremos la verdad – usar el inodoro puede doler mucho después de dar a luz. Tu primera evacuación puede ser algo que asusta, especialmente después de sufrir desgarres y recibir puntos de sutura (no te preocupes, no se abrirán), e incluso la micción puede parecer más desalentadora de lo que nunca antes había sido. Muchas mujeres no reciben asesoramiento eficaz sobre el difícil proceso de la primera visita al baño después del parto, pero hay maneras de ayudar a controlar las molestias.
Orina
Cuando están en el hospital, la mayoría de las mujeres reciben un regalo de los dioses postnatales llamado peri-botella. Esta pequeña botella rociadora se puede usar para facilitar la micción (y las heces más sólidas) mucho después de que la estancia en el hospital haya terminado. Llénala con agua tibia y asegúrate de rociar antes, durante y después de orinar para obtener los mejores resultados. Limpiarse puede ser especialmente doloroso, así que trata de solo usar el rociador por lo menos un par de días después del nacimiento. Las mujeres que han sufrido desgarres pueden experimentar más dolor, así que pregúntale a tu proveedor de atención médica sobre los medicamentos para el dolor más seguros que puedes usar durante este tiempo, en caso de que los necesites más adelante.
Al igual que con tantos otros tipos de dolor, algunas de las mejores maneras de aliviar tu cuerpo implican la aplicación de calor o frío. Ambos pueden ayudar, aunque en este caso, mientras que el frío puede ser calmante, y puede ayudar a aliviar temporalmente el dolor, es aplicando calor como podrás tener una mejor oportunidad de ayudar a tu cuerpo a sanar un poco más rápido.
Una de las maneras más comunes y relajantes de aplicar calor a tus partes privadas es con un baño de asiento, que es un baño poco profundo lleno de unas pulgadas de agua caliente. Cuando hayas llenado la bañera, simplemente sumérgete lentamente en el agua caliente y respira profundamente. La aplicación de calor también se puede utilizar junto con el frío para lograr adormecimiento, y usa hamamelis, un astringente natural que puede ayudar a aliviar el dolor o la comezón.
La hamamelis se utiliza más eficazmente en toallas higiénicas o paños – puedes comprar toallas higiénicas de hamamelis prelavadas, que generalmente se comercializan para aliviar las hemorroides, o hacerlas tú misma con toallas higiénicas, y luego enfriarlas en el refrigerador antes de colocarlas en tu ropa interior. Si eliges la ruta de las toallitas, asegúrate de usar las que no tengas miedo de ensuciar o incluso de tirar. Estas pueden ser congeladas también para un efecto más fresco. Como muchas mujeres saben, el jugo de arándano también puede proporcionar un poco de alivio urinario.
Heces
La micción es inminente después del nacimiento, pero es posible que la primera evacuación intestinal no llegue hasta varios días después de salir del hospital. Aquí es donde la mayoría de las mujeres sufren, especialmente durante la primera evacuación intestinal, pero hay algunos consejos probados a lo largo del tiempo que permitirán que tu cuerpo se regule a sí mismo tan rápido y sin dolor como sea posible.
- Hidrata: El agua no sólo te ayudará si estás amamantando, sino que también actuará como un ablandador natural de heces.
- Consume tu fibra: El jugo de ciruela, las pasas y las hojas verdes, entre otros, son excelentes fuentes de fibra para ayudarte a mantener todo en movimiento en los días y semanas posteriores al parto.
- Ablanda las heces: Los alimentos ricos en fibra ayudan a ablandar las heces, pero a veces la manera natural no es suficiente. Probablemente te ofrecerán remedios de venta libre en el hospital o centro de partos, pero también puedes hablar con tu proveedor de atención médica sobre otros suplementos o medicamentos para ablandar las heces.
- Recuerda que un poco de estreñimiento es natural: Los altos niveles de progesterona en tu cuerpo, la desaceleración sustancial de tu sistema digestivo durante el parto, y otros medicamentos como suplementos de hierro o analgésicos pueden causar estreñimiento. Puedes ayudar a tu cuerpo a evitar el estreñimiento limitando la cantidad de azúcar en tu dieta y comiendo alimentos balanceados.
Si realmente tienes miedo de ir, lo cual es completamente natural, recuerda que incluso si te esfuerzas mucho, no causarás ningún daño. Retenerlo dolerá más al final que dejarlo salir.
Para aliviar el dolor y aumentar la confianza de que tus puntos de sutura no se abrirán, dobla una almohadilla por la mitad y sostenla junto al perineo o sobre los puntos de sutura para apoyar el piso pélvico. Esto reducirá el dolor que ocurre por el movimiento hacia abajo de tu perineo. También puedes calentar toallitas húmedas para bebés, apoyar los pies en un banquito para ayudar a posicionar el intestino y hablar con tu proveedor de atención médica acerca de otras posiciones que podrían ayudar a tu cuerpo.
Un poco de dolor es natural, pero si las heces dolorosas continúan ocurriendo, no tengas miedo de ver a tu proveedor de atención médica.
Fuentes
- «Assisted Vaginal Delivery.» ACOG. FAQ192 from the American College of Obstetricians and Gynecologists, Feb 2015. Web. Accessed 8/9/17. Available at https://www.acog.org/Patients/FAQs/Assisted-Vaginal-Delivery.
- Kathleen Rice Simpson and Patricia A Creehan. Perinatal Nursing. The American Association onf Women’s Health, Obstetric and Neonatal Nurses (AWHONN), Wolters Kluwer, Lippincott Williams & Wilkins. 2008. 3rd ed. Web.
