Si dejamos de lado todas las demás consideraciones, la mayoría de las guarderías que ofrecen cuidado infantil aceptarán inscribir a pequeñitos una vez que puedan agarrar un biberón. Sin embargo, para muchas familias hay otras consideraciones que deben tenerse en cuenta al determinar cuándo es el momento adecuado para la guardería.
No todos los nuevos padres van a tener la oportunidad de tomar decisiones sobre el cuidado de los niños basándose sólo en lo que es correcto para las necesidades individuales de su hijo, pero incluso si tienes la oportunidad, puede ser difícil encontrar un consenso sobre el momento oportuno. Las recomendaciones sobre la edad adecuada para iniciar la atención infantil van desde los 6 meses hasta los 5 años, dependiendo de la autoridad que haga la recomendación, y todas las partes reclaman evidencia científica y de desarrollo.
La guardería es definitivamente una necesidad para muchos padres y, si es necesaria para tu familia, nunca es demasiado temprano para llevar a tu bebé a la guardería. Además, poner a tu chiquito en una guardería podría darle una ventaja social, aunque esa experiencia social definitivamente puede ocurrir fuera de la guardería.
Sin embargo, un estudio de 2010 de la Sociedad para la Investigación del Desarrollo Infantil muestra que los niños en las guarderías de día completo pueden experimentar un aumento de la hormona del estrés cortisol. Incluso si tu hijo no muestra signos de estrés mientras está en la guardería, si se molesta cuando vas a recogerlo, podría ser una señal de que el tiempo que pasa allí está aumentando su estrés.
La verdad es que cada niño reacciona de maneras distintas, y hay algunos niños que prosperan en situaciones sociales a una edad temprana. Para otros, sin embargo, el ponerlos en un entorno social antes de estar preparados puede aumentar su nivel de estrés. Sin embargo, uno de los principales hallazgos de un estudio de 15 años de duración realizado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD por sus siglas en inglés), demostró que los niños que fueron cuidados sólo por sus padres a lo largo de los años preescolares no se desarrollaron de manera diferente a los niños que también fueron cuidados por personas ajenas a sus padres.
El estudio del NICHD sólo examinó a un grupo específico de más de 1,000 niños que fueron puestos en una guardería a los 6 meses, pero muestra un patrón: los lugares donde los efectos negativos empiezan a aparecer son en la mala calidad de la guardería, el exceso de horas en la guardería, y en la calidad de vida del hogar.
Lo que esto significa es que los bebés que no están siendo bien cuidados tanto dentro como fuera de la guardería muestran signos de estrés, y los bebés que están siendo bien cuidados no los muestran. Si proporcionas una vida hogareña positiva y de apoyo, y buscas una guardería que se adapte bien a tu bebé, tu chiquito va a estar bien, tanto dentro como fuera de la guardería.
Fuentes
- Megan R. Gunnar, Erin Kryzer, Mark J. Van Ryzin, Deborah A. Phillips. “The Rise in Cortisol in Family Day Care: Associations With Aspects of Care Quality, Child Behavior, and Child Sex.” Child Development. 81(3): 851-869. Web. May 13 2010.
- “Choosing a Child Care Center.” Healthy Children. American Academy of Pediatrics, November 21 2015. Web.
- “The NiCHD Study of Early Child Care and Youth Development.” National Institute of Child Health and Human Development. National Institutes of Health, 2006. Web.
