Podría parecer que fue ayer cuando tu bebé te agarró el dedo por primera vez, pero lo creas o no, ¡ya es hora de que ambos regresen al consultorio del médico para hacerse el chequeo de los 2 meses! Esta visita especial le permitirá a tu médico de familia o pediatra poder evaluar el desarrollo temprano del bebé y encargarse de algunas vacunas cruciales, así como también ofrecer recomendaciones de salud para el futuro cercano y responder a cualquier pregunta que puedas tener sobre tu bebé. Un chequeo típico consiste en:
A: Medición de peso y talla
El médico no sólo verá en qué lugar de la escala se encuentra tu bebé, sino que también medirá su longitud y el perímetro de su cabeza. Estos números se añadirán a la tabla de crecimiento de tu bebé. También se compararán con otros niños del grupo de edad de tu bebé, pero no te preocupes por la posición que ocupe en la escala: mientras tu bebé crezca a un ritmo saludable, lo cual es algo que tu médico puede decirte, su crecimiento comparado con el de otros niños no importa mucho.
B: Examen físico
El médico no dejará piedra sin mover cuando se trate de asegurarse de que tu bebé esté en buena salud física. Las formas comunes de evaluar su salud incluyen el uso de un estetoscopio para evaluar el ritmo cardíaco y los pulmones, examinar sus reflejos y el tono muscular, inspeccionar sus ojos en busca de conductos lagrimales bloqueados o secreciones, y presionar suavemente sobre su abdomen para comprobar si hay hernias u órganos agrandados. También es probable que revisen la boca de tu bebé para detectar signos de candidiasis bucal, revisen su cabeza para detectar y asegurarse de que todo va bien con los puntos blandos, y miren las articulaciones de la cadera para asegurarse de que todo va bien.
C: Preguntas y Respuestas
Esta es una oportunidad para que tú y tu médico comparen notas sobre el comportamiento diario de tu bebé y aborden cualquier preocupación que persista. Es muy probable que el médico te pregunte sobre los ciclos de sueño, la digestión y la respuesta a los estímulos audibles o visibles, entre otras cosas. En los días previos a la cita, es una buena idea tomar nota de la frecuencia con la que tu bebé come, el tiempo que le toma comer, cuánto tiempo duerme, cuántos pañales mojados y sucios tiene cada día y cuánto tiempo pasa boca abajo. Si tu bebé ha estado sufriendo de alguna dolencia física como irritación del pañal o reflujo, ahora es el momento perfecto para mencionarlo. Y si lo amamantas, ahora es un buen momento para preguntarle al doctor si tu bebé debe tomar suplementos de vitamina D.
D: Vacunas
Tu bebé será vacunado contra polio, rotavirus, neumococo, Haemophilus influenzae tipo B (Hib), hepatitis B, difteria, tétanos y la tos ferina (DTaP). Afortunadamente, algunas de estas vacunas son orales, y las otras se combinan a menudo en sólo dos dosis. La mayoría de los médicos tienden a dejar esta parte para el final del examen. De esta manera, puedes tener un momento privado para consolar a tu bebé y hacerle saber cuán valientemente soportó esas inyecciones. Es muy común notar algo de temperatura después de estas vacunas, lo cual es una respuesta inmunológica muy normal y no es causa de preocupación.
Mientras estés allí, recuerda que tu médico es una gran fuente de información para cualquier pregunta que puedas tener sobre la salud y el desarrollo de tu bebé, así que asegúrate de preguntarle todo lo que quieras saber durante tu visita.
Fuentes
- “AAP Schedule of Well-Child Care Visits.” Healthy Children. American Academy of Pediatrics, December 18 2015. Web.
- “Immunization Schedule for Infants and Children.” Centers for Disease Control and Prevention. U.S. Department of Health and Human Services, 2017. Web.