6 consejos si vas a llevar al bebé a un restaurante
No estamos aquí para asegurarte que llevar a tu bebé a un restaurante será agradable. Con los bebés, no hay ninguna garantía de que una situación en público vaya a ser todo sol y mariposas y buen comportamiento. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para que tu experiencia en el restaurante sea más positiva.
Elige sabiamente
Un restaurante que reciba niños es tu mejor opción para tener una experiencia más agradable con tu bebé. No tienes que resignarte a comer pizza congelada mientras te dan una serenata los animales animados del bosque, puedes buscar restaurantes que ofrezcan un espacio infantil y adulto a la misma vez, pero guarda los establecimientos con estrellas Michelin para salir estrictamente con adultos.
Empaca provisiones
Dondequiera que decidas cenar, recuerda llevar contigo una bolsa bien surtida de provisiones para el bebé. En primer lugar, empaca un montón de pañales, toallitas y loción. Luego, mete algunos juguetes y libros que puedan entretener a tu bebé en caso de que comience a ponerse inquieto mientras comes. Y, si el bebé ya sabe usar el biberón, ¡tráelo también!
Ofrece un aperitivo a tu bebé
Alimentar al bebé antes de que salgas hacia el restaurante puede mejorar considerablemente la experiencia. El bebé no solo llegará al restaurante calmado y saciado, sino que también podría estar listo para una buena y larga siesta.
Escoge un asiento estratégico
Patrick Swayze puede haberse negado a poner a Baby en la esquina, pero cuando lleves a tu bebé a un restaurante, pedir una mesa en la esquina puede hacer que la comida sea más relajada. Estarás menos visible para otros comensales, lo que te permitirá cierto nivel de privacidad si tu bebé se vuelve quisquilloso o necesita alimentarse de nuevo.
Coman, pero no se den un festín
No hay nada como darse el gusto de una larga y tranquila comida, pero las probabilidades de que tu bebé sobreviva a una maratón alimenticio sin aburrirse y ponerse inquieto son muy bajas. Intenta planear que tu experiencia en el restaurante no pase de una hora.
Recuerda por qué estás comiendo afuera
A veces vas a un restaurante para probar algo nuevo. A veces comes fuera porque es divertido dejar que alguien más se ocupe de la cacerola para variar. Así que una vez que estés sentada, toma unas cuantas respiraciones y disfruta el hecho que ya sacaste a tu bebé de la casa y están pasando un lindo rato en un restaurante. Algun día ambos se sentarán en una mesa y degustarán unos vinos juntos. Faltan unos cuantos años – o décadas – pero se trata de dar pasos de bebé, ¿verdad?