La flatulencia es algo así como “the blues” (melancolía): todos sufrimos de ella en algún momento y puede ser un desafío. Por supuesto, un poco de gas presenta poco o ningún peligro para tu bebé. En promedio, tu bebé puede pasar gases entre 13 y 21 veces al día. Los eructos se deben al aire que ha tragado, lo cual ocurre mientras come, chupa un chupete, o incluso mientras llora. La flatulencia ocurre generalmente debido al gas producido en los intestinos por la leche consumida. En muchos casos, tu bebé se calmará casi inmediatamente después de pasar el gas. Pero embotellar estos vapores puede ser incómodo para alguien tan pequeño. Afortunadamente, hay varios consejos sencillos que puedes seguir para ayudarlo a expulsar cualquier exceso de gas o a reducir la producción por completo.
Una cena tranquila
Los azúcares no digeridos se encuentran entre los causantes de gases más comunes, por lo que debes asegurarte de que tu bebé no esté consumiendo su cena demasiado rápido. Las madres que amamantan pueden aliviar el flujo al retirar brevemente a su bebé del seno y permitir que la corriente de leche se ralentice antes de reanudar la lactancia. Si tu bebé acaba de comenzar la alimentación con biberón, usa un grado más pequeño de pezón para ralentizar el flujo.
La dieta anti-gas
No hay evidencia de que una dieta que le causa gases a la madre (como frijoles, coliflor o brócoli) también cause gases al bebé, así que intenta otros enfoques antes de restringir tu dieta. Algunos bebés sí desarrollan intolerancias alimenticias, pero generalmente son contra los productos lácteos que forman parte de la dieta de la madre, los cuales pueden causar malestar estomacal y un poco de sangre en las heces.
Masaje de barriguita
A veces todo lo que necesita un bebé con gases es una mano amable. Simplemente coloca a tu bebé en su espalda y trata de masajearle suavemente su barriguita con movimientos lentos siguiendo las agujas del reloj. ¿Todavía tiene gases? Entonces es el momento de pasar al…
Eructo
El eructo es uno de los pilares de la crianza de los hijos y una de las maneras más eficaces para liberar el aire extra que está en el tracto digestivo del bebé. La posición de eructo más básica consiste en apoyar a tu bebé en posición vertical, colocar un pañito sobre tu hombro y luego, una vez que los dos están listos, darle algunas palmaditas en la espalda. Y puedes tratar otras posiciones para eructar que puedan funcionar mejor para ti y para tu bebé. Puedes eructarlo mientras lo estás alimentando o al final, aunque eructar tanto en el medio como al final puede ayudarlo si ha estado sufriendo un exceso de gas.
La intervención
Si ninguno de los remedios anteriores proporciona a tu bebé un alivio duradero, puede ser necesario que el pediatra lo revise para determinar si hay otras causas que estén ocasionando esa incomodidad. Puede prescribirle un medicamento común sin receta como simeticona, aunque no hay evidencia clara de que este tipo de medicamento funcione.
Fuentes
- “Breaking Up Gas.” Healthy Children. American Academy of Pediatrics, November 21 2015. Web.
- “Comforting your gassy baby.” AskDrSears. AskDrSears.com. Web.