Los elefantes nunca olvidan, pero los bebés tampoco están tan distraídos. Incluso a la madura edad de 24 horas, la mayoría de los bebés ya están empezando a compartimentar lo que ven, huelen, y escuchan. Por ejemplo, el bebé promedio reconocerá los rostros de sus padres después de una semana de «oohs» y «aahs». Gradualmente, cada bebé aprende a darle sentido a toda esta información almacenada y aplicarla a experiencias cotidianas como sesiones de lactancia, cambio de pañales y cuando conoce gente.
Mientras que la mayoría de las personas no recuerdan demasiado sobre su infancia, hay pruebas de que las experiencias del bebé hoy ayudarán a dar forma a la persona en que se convertirá mañana, aunque no se acuerde de esas experiencias, y que la manera de hablarle influye en cuánto va a recordar sobre su niñez. Un estudio de 2009 en Child Development sugiere que los niños cuyos padres hablan de su pasado, sus recuerdos o incluso de las cosas que han hecho más temprano en el día de una manera más narrativa, empiezan a tener recuerdos bien definidos a una edad más temprana. Los bebés comienzan a construir recuerdos inconscientes desde sus primeros días, construyendo experiencias y reconocimientos, y algunas pruebas sugieren que los recuerdos que pueden describir más tarde se desarrollan de manera similar a su creciente comprensión del lenguaje.
El término «amnesia infantil» se refiere a un proceso normal en el que las personas olvidan regularmente los eventos que ocurren antes de los 3 años de edad, a menos que un evento muy dramático o traumático, como un hueso roto, o una muerte en la familia se les grabe en la mente. Los niños más pequeños, incluidos los niños de hasta 7 años, recuerdan bastante bien su vida temprana, pero a medida que crecen, los primeros recuerdos comienzan a desvanecerse.
Cómo puedes ayudar
Una investigación reciente de la universidad de Sheffield sugiere que puedes enseñarle a tu bebé cualquier cosa que quieras que aprenda, antes de su siesta. Sin embargo, para los recuerdos a largo plazo, es aún más simple: habla con tu bebé sobre su vida. Aprender a pensar en el mundo de una manera narrativa ayudará a darle a tu bebé el marco para pensar en su pasado reciente y, eventualmente, más distante. Tampoco es muy temprano para comenzar. Tal vez parezca que tu bebé no te está escuchando todavía, pero nunca se sabe cuándo comenzará a entender cada palabra que digas.
Como madre, puedes aumentar las habilidades de tu bebé en la creación de recuerdos con canciones y juegos. En poco tiempo, tu bebé comenzará a reconocer el sonido de tu voz durante una animada interpretación de «Pin Pon» o una ronda infantil de Peek-A-Boo. Tu bebé puede incluso tratar de imitar lo que estás haciendo, lo cual es un signo saludable de la retención de la memoria que también aplica como un momento perfecto para agarrar la cámara de vídeo. Lo que nos lleva a…
Lograr que los recuerdos duren
Cuando nos cuentan historias sobre nuestros propios años de bebé, la mayoría de nosotros nos rascamos la cabeza, diciendo cosas como, «Wow. ¿Realmente comí arena en Venice Beach?» Mantener un registro de los hitos de la infancia del bebé – con una generosa mezcla de momentos reconfortantes y embarazosos – es un regalo que pagará por décadas. Cuando tu bebé empiece a crecer, los dos pueden revivir estos recuerdos juntos y disfrutar de la cercanía que infunde esa experiencia de vida compartida.