Has probado todas las cosas obvias – tu bebé no tiene hambre, su pañal está seco y limpio, y no parece que tenga gases o necesite eructar, pero no deja de llorar. Sin embargo, tu bebé llora para tratar de comunicarse así que, después de descartar los problemas potenciales obvios, es hora de empezar a pensar en qué más puede ser.
Es un mundo grande y malo ahí fuera
Tu bebé ha estado en el mundo durante unos meses pero sigue siendo todavía muy nuevo, y a veces el simple hecho de estar fuera de casa es demasiado que procesar. Tu bebé podría sentirse sobreestimulado y le pueden estar afectando demasiadas cosas, lo que puedes aliviar yendo a un lugar más tranquilo y sosteniéndolo suavemente. También podría estar echando de menos el movimiento de balanceo constante de ser llevado dentro de tu cuerpo, o el ruido blanco del útero a su alrededor, o la sensación constante de otro latido cerca. Cosas como máquinas de ruido blanco, una visita ultra-supervisada con un aparato electrodoméstico que zumba, un viaje en el coche, o simplemente un paseo alrededor de la manzana en tus brazos, sostenido contra tu pecho, podrían ayudar a tu bebé a recuperar esa sensación.
Caliente y frío
Tu bebé es lo suficientemente joven como para no dominar completamente el fino arte de regular su propia temperatura, lo que significa que está a tu merced para que le ayudes a añadir o quitar capas si se encuentra demasiado caliente o un poco frío. Es normal tratar de mantener a tu bebé vestido al estilo que te mantiene cómoda a ti en el mismo ambiente, pero tu bebé es una persona diferente con una fisiología personal distinta, que podría ser más caliente o más fría que la tuya. Podría tomar un poco de ensayo y error el averiguar cómo se siente tu bebé, pero lo lograrás en poco tiempo. Sólo recuerda que basar tu idea de la temperatura en la forma en que sientes sus manos y pies no será del todo exacta, ya que las extremidades tienden a estar un poco más frías. La temperatura de la barriga de tu bebé es una indicación mucho mejor de cómo se puede sentir.
Tu bebé te ama
Y como te quiere tanto, a veces cuando está lejos de ti, llora para estar cerca de ti. Los primeros meses de existencia los pasó en constante contacto físico, y desde que salió al mundo, tú y tu pareja han sido sus personas favoritas. A veces, cuando tu bebé llora, sólo quiere saber que estás cerca. Llevarlo por la casa en un cabestrillo a veces puede detener este problema antes de que empiece.
Aburrimiento
Puede ser que tu bebé esté aburrido y, a diferencia de ti, no tenga la opción de abrir un libro, poner una película en Netflix o incluso concentrarse en hacer una tarea un poco molesta mientras tiene tiempo libre. Por suerte, tampoco es demasiado exigente con el público. Un juguete de colores brillantes para mirar, o incluso un paseo por el salón contigo podría eliminar el aburrimiento.
Antes de la dentición
Incluso antes de que tu bebé empiece a mostrar dientes, está preparándolos por debajo de la superficie de sus encías, lo que puede provocarle algunas molestias.
Dolores de crecimiento – literalmente
Sabes que tu bebé está creciendo cada día, estás viendo cómo sucede ante tus ojos. Lo que tal vez no sepas, porque no estabas exactamente construyendo recuerdos duraderos cuando estabas pasando por lo mismo, es que el crecimiento de los huesos a esa velocidad duele. Este tipo de dolor no es necesariamente algo que puedas remediar, pero el hecho de estar contigo y ser calmado por ti, incluso si no puedes hacer que el dolor pare, le asegura a tu bebé que estás ahí, y que está a salvo. Estos llantos no son divertidos para ti, pero recuerda, es aún más difícil para tu bebé.
Posibles problemas de salud
Si tu bebé llora constantemente y también tiene fiebre, o tiene problemas digestivos como vómitos, estreñimiento o diarrea, llama al médico para asegurarte de que no le pasa nada más grave. Los llantos o gritos agudos son a menudo signos de dolor, así que busca picaduras de insectos, un torniquete de pelo, fiebre o sonidos en la barriga. Si empiezas a notar un patrón consistente en el llanto de tu bebé pero no puedes encontrar una causa (como si tu bebé llora después de comer), eso también podría ser una señal de que algo no está del todo bien y que es hora de consultar al pediatra.
