Todo padre quiere ser un buen padre, pero lo que eso significa exactamente es difícil de precisar. Todos tenemos diferentes ideas de cómo debe ser la crianza de los hijos. Estos estándares se basan en lo que crecimos y también en lo que nos rodea. También tienen una amplia gama de posibilidades, que van desde involucrarse en todo hasta un enfoque más laxo. Así que si tenemos todas estas expectativas diferentes, ¿cómo puedes saber si el trabajo que estás haciendo es `bueno’ o `malo’?
En el centro de todo, la calidad de la crianza de un niño se mide por la forma en que el niño está siendo tratado. Lo que ayuda a un niño a prosperar podría estar mal para otro, y esto definitivamente puede confundir la definición. ¿Y qué hay de los valores? Algunas personas piensan que los buenos padres preparan a sus hijos para alcanzar la cima del éxito, mientras que otros sólo quieren que sus hijos sean felices. Algunos padres se sienten más exitosos cuando están cerca de sus hijos, mientras que otros quieren una relación más distanciada con sus hijos como forma de mantener la autoridad. Ninguna de estas son necesariamente las opciones correctas o incorrectas.
Este nivel de variación en la crianza de los hijos puede dificultar la comprensión de tu forma específica de funcionar como padre. Sin embargo, hay algunos principios de la crianza positiva que parecen ayudar consistentemente a los padres a interactuar con sus hijos.
Haz lo que yo hago: la importancia de un buen ejemplo
Puede que ya te hayas dado cuenta de que tu chiquitín ya está empezando a imitar y a mirar tus expresiones y movimientos faciales. Incluso si lo intenta, tu peque no puede evitar ser más influenciado por tus acciones que por tus palabras. Trata de tener en cuenta que tu bebé te observa para ver cómo funciona el mundo.
Esto puede aplicarse a cosas más obvias, como modelar un estilo de vida saludable, relaciones saludables, modales y otras habilidades sociales. Sin embargo, también hace una diferencia cuando se trata de cosas que podrías no estar pensando en transmitir, como tu capacidad para manejar el estrés, tu capacidad para mantener el control, tu actitud positiva o negativa o si estás dispuesto a hablar sobre los problemas con los que estás luchando.
Adaptarse para sobrevivir: responder a sus necesidades a medida que cambian
Tu estilo de crianza definitivamente no es el mismo desde la edad de un año hasta la edad de dieciocho años. Esto puede parecer intuitivo, pero es más difícil darse cuenta en la vida real de que lo que funcionó la semana pasada podría ser inútil hoy en día. Esto va para todo, desde la comida hasta la disciplina, y aunque no siempre es fácil adaptarse a ello, es una buena señal. Esto significa que tu bebé está creciendo y cambiando, justo de la forma en que debería.
Paso constante gana la carrera: la importancia de la consistencia
Hay muchas opiniones diferentes sobre qué tipo de límites establecer para tu bebé pero lo súper importante es seguir todos los límites una vez que los hayas establecido. Consistencia, incluso en los límites que tu chiquitín no quiere seguir, es como tu pequeñín aprende donde están los límites de su mundo y cómo aprender a sentirse seguro. También son una buena manera de sentar las bases para la cortesía y la disciplina cuando sea un poco mayor.
El resultado final
No hay ninguna acción o creencia o regla que haga que alguien sea mejor padre que otra persona, así que trata de no sobreanalizarlo. Tú amas a tu bebé y quieres lo mejor para él – eres un buen padre. El resto vendrá después.