La primera vez que trajiste tu bebé a casa, probablemente te tomó un tiempo para para empezara a concentrarse en sus juguetes, ni digamos empezar a jugar con ellos. A estas alturas, sin embargo, ya está entrando a etapa de niño pequeño y la edad del juego se avecina. Pueden pasar unos meses más antes de que te encuentres a ti mismo teniendo que convertir literalmente cada parte de tu rutina y la de tu peque en un juego o en una carrera solo para mantenerlo interesado. Eso no significa que no puedas tener un poco de ventaja jugando algunos juegos solo por diversión antes de que «juguemos ‘¿cuántas cosas podemos contar haciendo cola en la oficina de correos?» comience.
- Canta una canción, baila un poco.
Las canciones en general son un éxito para muchos niños de 1 año. También es uno de los pocos momentos en los que tienes el mayor impacto en el gusto de la música de tu chiquitín. ¡Así que disfrútalo mientras dure! Además, añadir un poco de movimiento a la mezcla sólo puede hacerla más divertida. «A la víbora de la mar» es obvio, pero si tienes un animal de peluche siguiendo a tu pequeñín alrededor de la habitación al són de «María tenía un corderito», moviendo los dedos y las manos al ritmo de «Brilla, Brilla, Estrellita» o tienes a tu frijolito aprendiendo la macarena, agregar movimientos a la música es siempre el siguiente paso divertido. - Cree en la fantasía:
Tu tesorito está creciendo lo suficiente como para empezar a entender el juego imaginativo, lo cual es genial, porque el juego imaginativo puede ser una forma importante de aprender sobre el mundo. Hablando de los sentimientos de sus peluches favoritos puede ser una manera de darle un marco de referencia para pensar en sus propios sentimientos. Y cuando crezca, entrar en el hábito del juego imaginativo puede ayudarte a comprender mejor lo que está sucediendo en su misterioso y pequeño cerebro en desarrollo. - Pásala
Jugando al pase con tu chiquitín podría ser el comienzo de una carrera inspiradora en cualquier número de deportes – o simplemente podría ser una buena manera de ayudarle a desarrollar músculos y coordinación. También es un buen lugar para empezar a enseñarle cómo jugar con otros niños, en lugar de sólo estar cerca de ellos. Pasar una pelota es uno de esos juegos que no es muy divertido para ninguno de los dos jugadores si no se turnan, lo cual puede ser un buen concepto para empezar a establecer en su mente desde el principio.