Es extraño pensar lo importante que son los hábitos de alimentación de tu bebé incluso antes que tenga más de un par de dientes, pero es verdad. Ahora, mientras tu chiquitín está averiguando cómo se siente acerca de los sabores aparte de la leche materna o la fórmula, está impulsando el crecimiento de su cuerpo y cerebro que lo transportará hasta la edad adulta, y se está formando las primeras ideas sobre el sabor de la comida y los modales en la mesa.
La variedad es la especia de la vida
En este punto, tu chiquitín tendría que haber trabajado bastante rápido para adquirir cualquier hábito alimenticio irrompible, por lo que es un buen momento para interesarlo y acostumbrarlo a un montón de diferentes tipos de comida. Incluso si tu bebé no parece emocionado por un nuevo sabor la primera vez que se le presenta, no tengas miedo de ofrecérselo unas cuantas veces más a medida que pasa el tiempo – puede llevarles a los niños hasta diez veces más o menos probar algo antes de que puedan decidir si les gusta. La variedad no sólo es importante como una forma de evitar que sea quisquilloso con la comida – cuanto más variada la dieta, más probable que tu bebé tendrá el equilibrio correcto de los nutrientes que necesita naturalmente.
Sigue a tu bebé
Puede ser difícil no preocuparse si el apetito de tu pequeñín parece variar mucho, o si pasa por períodos en los que no come casi nada, especialmente a medida que crece a un niño pequeño, y su crecimiento y metabolismo comienzan a ralentizarse. En este punto, tu peque no tiene un concepto real de comer en exceso y comerá tanto como lo necesite. De hecho, alimentar a tu bebé cuándo no tiene hambre puede enseñarle a ignorar las señales del cuerpo. Mientras tu chiquitín obtenga los nutrientes que necesita para seguir creciendo a un ritmo saludable, no hay nada malo en seguir sus señas de hambre, aunque sean impredecibles o extrañas. El médico de tu peque podrá tranquilizarte si el crecimiento está ocurriendo a un ritmo normal y saludable, y definitivamente te hará saber si el ritmo de su crecimiento sugiere que podría ser una buena idea alterar un poco la dieta.
Sabor totalmente natural
Puede que tu chiquitín no haya tenido tiempo de adquirir el gusto por el azúcar todavía. Probablemente lo hará, ya que pocos niños pierden el instinto de dirigirse a algo relacionado con las golosinas, pero no hay necesidad de apresurar ese día. Los riñones de tu bebé tampoco están listos para procesar sal añadida, así que hay algunos aspectos de la cocción que es buena idea esperar un poco antes de introducir, incluso cuando se introduce por primera vez a la comida de mesa.
Un asunto de familia
Una de las mejores maneras de ayudar a tu chiquitín a tener asociaciones positivas con la hora de la comida, y para ayudar a que participe en la vida familiar normal de una manera que permita llevar a través de la infancia, es sentar a tu frijolito en o cerca de la mesa contigo para las comidas, y para comer juntos. ¡Tu tesorito solo quiere ser parte de la pandilla!