El pediatra es un recurso invaluable para ayudarte a mantener a tu hijos lo más saludable posible. Esperamos que no tengas que llamar al médico con frecuencia, pero aquí hay algunas situaciones que son buenas señales de que es hora de hacer una llamada rápida para pedir orientación.
- Fiebre de más de 105 F (40.5 C), o 100.4 F (38 C) para bebés menores de 3 meses
Las fiebres normalmente tienen que ser mayores de 106 F (41.1 C) para representar un riesgo para el cerebro, pero es mejor que llames al pediatra si la fiebre es mayor de 100.4 F (38 C) en un bebé menor de 3 meses de edad. Si notas fiebre alta, también debes prestar atención a cualquier otro síntoma que tu hijo pueda estar presentando. Es posible que también quieras llamar por una fiebre más baja si dura más de unos pocos días, ya que esto probablemente es un signo de enfermedad. - Heces sanguinolentas
Si la popó es negra, podría significar que la sangre ha sido digerida. Esto podría ser simplemente el resultado de pezones sangrando o agrietados durante la lactancia, pero también podría ser una señal de algo más serio. Llama al médico de todos modos, solo para estar segura. La popó que es en su mayoría de color rojo brillante con sangre es de mayor preocupación, y debe conducir a una llamada inmediata al médico. - Dolor abdominal intenso
Los problemas digestivos son tan comunes en los bebés como los árboles en el bosque, pero definitivamente debes llamar al pediatra si tu hijo tiene dolor abdominal intenso o si el dolor se concentra en un área. - Vómitos severos o vómitos que duran más de un día
Al igual que el dolor abdominal, un niño inevitablemente vomitará en algún momento en los primeros días, pero los vómitos muy fuertes o frecuentes, o los vómitos que duran más de un día, merecen una llamada al pediatra. - Diarrea intensa o diarrea leve que dura 10 días o más
La diarrea es bastante común en los bebés, pero si tu chiquitín tiene diarrea severa y deshidratante o diarrea leve que dura más de 10 días, debes llamar al médico. - Deshidratación
Los signos comunes de deshidratación incluyen una falta de lágrimas al llorar, menos pañales mojados de lo que habías notado anteriormente o pasar 6 o más horas con un pañal seco. - Letargo o falta de interés en la alimentación
Esto podría ser sintomático de un número de cosas diferentes, así que es mejor llamar al médico si el bebé parece más letárgico o menos interesado en comer de lo normal. - Tos constante o dolorosa
Una tos pequeña que desaparece no es gran cosa, pero una tos que es constante o causa dolor definitivamente debe ser reportada. - Problemas respiratorios
Si parece que hay algún problema respiratorio, debes llamar al pediatra de inmediato. Esto incluye respiración sibilante o esfuerzo para respirar. - Sarpullido que no desaparece en unos pocos días
A muchos niños les salen sarpullidos, pero la mayoría se aclaran en pocos días. Si no lo hace, es una buena idea hacer la llamada. - Si estás preocupada
Por último, pero no por ello menos importante, no dudes en llamar al pediatra cuando estés preocupada. Ahora, no estamos diciendo que llames por cada estornudo y rasponcito, pero si una llamada al médico te hace sentir más cómoda, no debes dudar en hacerlo.