Los bebés son generalmente una adición bienvenida a cualquier entorno, aunque ciertamente hay excepciones a esta regla, como reuniones de la junta directiva, festivales de música electrónica y aviones. Probablemente puedas pasar sin tener que traer a tu bebé a la próxima reunión de accionistas o a un concierto de rock, pero cuando tu bebé tiene que volar, tiene que volar. Afortunadamente, hay algunas cosas que puedes hacer para minimizar la lucha.
- La seguridad es lo primero
Este es en realidad tres puntos – ¡puntos gratis para ti!
- Cuando reserves tu vuelo, asegúrate de no sentarte en un fila de salida de emergencia. Por lo general, hay un poco más de espacio, pero por lo general es menospreciado por el personal de vuelo, y en caso de una emergencia, tu pequeñín probablemente no está listo para ayudar a alguien a salir del avión. Trata de sentarte lo más adelante posible en el avión, ya que hay menos ruido en la parte frontal de las alas.
- Trae un asiento de seguridad que tu bebé encaja perfectamente. Dependiendo del tipo de avión al que abordes, el asiento puede estar orientado hacia adelante o hacia atrás. En la mayoría de los aviones comerciales, tu chiquitín debe estar de cara al respaldo de la silla. No te sienta extraño preguntarle a un miembro de la tripulación si tienes alguna pregunta. Las aerolíneas no siempre requieren que los niños menores de 2 años tengan sus propios asientos, pero los asientos de seguridad proporcionan mejor protección en caso de turbulencia que tener a un bebé en los brazos, y dependiendo de la duración del vuelo, tener su propio asiento también puede ser más cómodo.
- Algunas aerolíneas ofrecen a los padres la opción de embarcar primero, para darles la oportunidad de instalarse antes de que el vuelo se llene de gente, pero a algunos padres les resulta más fácil embarcar más tarde en el proceso para limitar el tiempo de sus bebés a bordo del avión. Durante el embarque, hay muchas bolsas volando y la posibilidad de que el equipaje se caiga, todo lo cual podría causar lesiones accidentales a tu pequeñín. Si no viajas solo, considera enviar a alguien primero para que coloque la silla de seguridad y las bolsas en su lugar, entonces puede traer a tu bebé a bordo y estar cómoda rápidamente.
- Destapar los oídos
Los bebés pueden sentirse incómodos cuando sus oídos no se adaptan a los cambios de presión. Esto es peor durante el despegue y el aterrizaje. Prepárate para ofrecer un biberón o un chupete durante el despegue y el aterrizaje para ayudar con el cambio de presión, y posiblemente amamantar para calmar durante el vuelo. Esto puede ayudar a crear un viaje más tranquilo. - Trata de programar el sueño
Si puedes reservar tu vuelo para despegar a la hora de la siesta habitual, puede que te encuentres con que tu chiquitín duerma durante todo el vuelo. El zumbido y la vibración del avión a menudo pueden hacer que el bebé se duerma. Puede que quieras considerar tratar de mantenerlo despierto antes de subir al avión, así estará cansado y listo para dormir durante el viaje. - Trae entretenimiento:
Los juguetes, las mantas y los libros, especialmente los pequeños, ligeros y fáciles de llevar, pueden ser salvavidas si tu bebé decide que no dormirá la siesta en este vuelo, y necesita entretenimiento. - Da un paseo
Explorando el avión con tu bebé lo hará más cómodo en el nuevo espacio. Otros pasajeros pueden ser más amigables una vez que han tenido la oportunidad de conocer a tu chiquitín también, y una caminata también le ayudará a estirarse un poco y relajarse. - Trata de relajarte
Viajar puede ser estresante incluso sin tu bebé pero si puedes, haz lo que posible para mantener el estrés bajo control durante el viaje. Si estás calmada, cariñosa y cómoda, puedes ayudar a tu pequeñín sentirse de esa manera también. Si estás estresada, tu bebé podría captar tus vibraciones negativas y ponerse ansioso. - Trae ropa extra
Nos referimos a una mudada extra para ti y tu pequeñín junto con algunas bolsas de plástico para guardar la ropa sucia. Si hay un accidente durante el cambio de pañal, o un escupitajo completo, querrás estar preparada. Otros pasajeros te apreciarán a ti y a tu bebé oliendo frescos y limpios. - Lleva tapones para los oídos
Si puedes recoger algunos tapones para los oídos en bulto, piensa en traer un montón para tus compañeros de viaje. A veces no hay nada que se pueda hacer con un bebé llorando, y las otras personas a bordo del avión apreciarán que pones un poco de esfuerzo en su comodidad. Como mínimo, puedes ahogar los sonidos del avión y tal vez dormir un poco a lado de tu tesorito. - Empaca ligero
Pueda que tu chiquitín no pese más que una maleta pesada, pero es mucho más difícil seguirle la pista. Empacar ligero puede quitarte mucho estrés de la mente.