Desde 1994, a los nuevos padres se les ha dicho que una de las mejores maneras de proteger a sus hijos del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante era ponerlos a dormir boca arriba. En el tiempo transcurrido desde entonces, la tasa de muertes por SMSL en los Estados Unidos ha disminuido a casi un tercio de lo que era antes de que se pusiera en práctica la recomendación. Sin embargo, muchos padres todavía tienen problemas para convencer a sus bebés de que dormir boca arriba es mejor para ellos, y cuando los bebés empiezan a moverse mientras duermen, mantenerlos durmiendo boca arriba realmente comienza a ser difícil. Afortunadamente, una vez que esta mayor movilidad ocurre, no hay mucho de que preocuparse.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda seguir poniendo a dormir al bebé boca arriba hasta que tenga un año, pero cuando empiece a darse vuelta durante la noche, generalmente se puede permitir que permanezca en esa posición. Esto se debe al hecho que poder moverse a otra posición demuestra que ha estado desarrollando suficiente músculo para controlar sus movimientos lo suficientemente bien como para dormir con seguridad en cualquier posición que termine.
Sin embargo, cuando tu chiquitín empieza a darse vuelta por sí mismo, es una señal de que es un buen momento para dejar de envolverlo en mantitas, ya que el uso limitado de los brazos podrían interferir para que no se dé la vuelta si tiene que hacerlo, y en general limitar sus movimientos. Además del mayor control muscular, parte de la razón por la que dormir boca arriba se vuelve menos preocupante cuando los bebés comienzan a voltearse por sí solos es que generalmente no comienzan a voltearse de espaldas sobre su estómago o lados por sí solos hasta alrededor del quinto o sexto mes, mientras que el riesgo de muerte por SMSL es mayor entre el segundo y el tercer mes.
Si tu bolita de amor se opone……
Si tienes problemas para persuadir a tu pequeñín para que duerma boca arriba, y aún no es lo suficientemente móvil para maniobrarse a una mejor posición, hay un par de culpables diferentes que podrían estar robándote a ti y a tu bebé de un sueño. La primera es los propios reflejos de tu peque que pueden, cuando está dormido, causar que se agite e incluso golpearse despertándose de un susto. Muchos padres contrarrestan con éxito este problema envolviéndolos en mantitas, que mantiene sus extremidades en posición para que no interrumpan el sueño.
Otra razón por la que los bebés a menudo tienen problemas para dormir boca arriba es que la posición puede aumentar los efectos del reflujo. Por lo tanto, si tu hijo ha estado experimentando síntomas de reflujo, asegúrate de hablar con su proveedor de atención médica sobre las soluciones que pueden ayudarle a sentirse mejor y dormir mejor.