Los patrones de sueño de los bebés pueden parecer tan misteriosos como el Triángulo de las Bermudas, e igual de difíciles de superar. Pero al igual que el Triángulo de las Bermudas, en la vida real, la mayoría de la gente sale por el otro lado muy bien. Cuando se trata de esos patrones de sueño en la primera infancia, tan impredecibles como pueden empezar, tarde o temprano, los bebés desarrollan los mismos ritmos que nos dicen al resto de nosotros cuándo es el momento de dormir y, por lo general, cuándo necesitamos despertarnos de nuevo. Esto se llama el ritmo circadiano, del latín que significa «alrededor del día», y puede considerarse como el reloj interno del cuerpo.
Algunos de los primeros componentes de este horario de sueño más regular -el sueño REM y el sueño no REM- se desarrollan cuando tu bebé aún está en el útero, en las últimas semanas de gestación. Otros, sin embargo, como la producción de la hormona melatonina durante la noche para ayudar a tu bebé a dormir, no empezarán a ponerse en marcha hasta que esté cerca de su tercer mes.
Los bebés no desarrollan esta parte de sus ritmos de sueño en el vientre materno porque todavía se están alejando de los de su madre, y los bebés amamantados pueden seguir haciéndolo por más tiempo. La leche materna producida por la noche contiene melatonina y puede ayudar a que los bebés duerman más, por lo que los bebés amamantados pueden empezar a desarrollar ritmos circadianos un poco antes que otros bebés, especialmente si no beben leche extraída de biberones por la noche.
¿Cómo puedo ayudar?
Los ritmos circadianos tienden a aparecer y comienzan a ayudar a que tu bebé caiga en patrones de sueño más regulares entre los 2 y 4 meses, pero hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarlo a arribar más rápido. El hecho de que los ritmos circadianos se desarrollan aproximadamente en la misma cantidad de tiempo después del nacimiento en los bebés prematuros que en los bebés que fueron llevados a término sugiere que su desarrollo tiene más que ver con la forma en que tu bebé experimenta el mundo después del nacimiento que con su desarrollo. Puedes animarlo a que lo desarrolle asegurándote de que reciba algo de sol y luz natural durante el día, y que su habitación permanezca bastante oscura durante la noche, incluso cuando se despierte para alimentarse. Tener una rutina general para el día de tu bebé, incluyendo la hora de acostarse, también podría ayudar. Algunos investigadores creen que las claves sociales son uno de los factores más importantes para establecer los ritmos circadianos.