Ya sea un hogar sobre ruedas lleno de migas o una de esas cosas que solo sale del armario y a la luz del día en ocasiones especiales, hay una pregunta que todo padre que haya usado alguna vez un cochecito tiene que afrontar: ¿qué edad es la máxima para que tu pequeño viajero sea empujado? La pregunta, por supuesto, tiene tanto que ver con tu pequeñín que con el cochecito, pero esa es la única parte obvia de la respuesta, ya que las directrices sobre cuándo dejar de lado los cochecitos son borrosas y difíciles de encontrar.
Límites de peso del cochecito
Técnicamente, los límites de peso tienen la última palabra en la discusión sobre el último momento posible para dejar de usar un cochecito, a menos que quieras ir a comprar uno más nuevo y más grande. No obstante, la mayoría de los cochecitos tienen un límite de peso de alrededor de 50 libras, lo que puede llevar a muchos niños directamente al jardín de niños y hasta la escuela primaria, que muchos padres consideran inapropiadamente viejo para seguir usando un cochecito. El mayor argumento contra el uso tardío del cochecito cuando los niños crecen, además del hecho de que puede ser físicamente duro para los padres, es que impide que los niños hagan suficiente ejercicio para desarrollar y fortalecer sus músculos. La recomendación oficial del Centro para el Control de Enfermedades (Center for Disease Control) dice que los niños deben hacer una hora de actividad física al día, y el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (UK’s National Health Service) recomienda que los niños pequeños hagan unas tres horas de actividad al día. Sin embargo, ambos totales pueden alcanzarse mientras se usa un cochecito para viajar, siempre que los padres se aseguren de que el ejercicio se realiza en otro lugar.
Muchos padres deciden dejar de usar el cochecito cuando sus hijos caminan de forma bastante constante por su cuenta, y son lo suficientemente confiables como para que sus padres no tengan que preocuparse de que se salgan corriendo o se metan en la carretera. Esto ocurre a menudo alrededor de 3 o más. Algunos niños son más rebeldes o se cansan más fácilmente, y sus padres pueden decidir que son más aptos para quedarse en un cochecito un poco más, al menos en ciertos viajes, mientras que otros niños rechazan sus cochecitos y exigen caminar por todas partes antes. En muchos aspectos, la decisión de cuándo es el momento de apartarse del cochecito tiene más que ver con el hogar y el estilo de vida de cada familia, o con las necesidades individuales del niño, que con la edad del niño.
Factores ambientales y pruebas circunstanciales
Las familias que viven en las ciudades pueden quedarse con los cochecitos un poco más que las familias que tienen que navegar a través de menos gente. Esto tiene sentido dado que la mayoría de los niños pequeños no escuchan perfectamente bien, y definitivamente no saben el camino a casa. Por otro lado, la distancia también puede jugar un papel, con los padres dejando el cochecito en casa para pasear por el vecindario una vez que el bebé camine, pero sacarlo si necesitan viajar un par de millas para salvar esas pequeñas piernas.