Los choques de personalidad entre padres e hijos han existido desde que las únicas opciones muy discutidas para los disfraces de Halloween eran «cazador» o «recolector», pero puede que hayas estado esperando que el primer gran desacuerdo entre tú y tu chiquitín no sucediera hasta que tu peque tuviera que pensar en impresionar a los niños más guays en el jardín de niños, o al menos hasta que estubiera listo para empezar a expresar su desacuerdo con palabras. Tu pequeñín vino al mundo con una personalidad toda suya, y probablemente ya has descubierto que hay cosas sobre las que los dos tienen una diferencia de opinión, incluso si tu peque ha tenido que decírtelo señalando, escupiendo cosas o llorando en lugar de un argumento bien razonado.
¿Qué hago cuando mi hijo y yo no estamos de acuerdo?
Desacuerdos con tu chiquitín pueden ser difícil porque mientras tu pequeñín definitivamente tiene su propio punto de vista, es también un bebé y algunas de las objeciones podrían no ser tan válidas como las cree. Tu pequeñín puede pensar que estás siendo terriblemente injusta al mantener siempre el juguete brillante y chirriante lejos, después de todo, pero eso no significa que en realidad tenga derecho a las llaves de tu automóvil.
Sin embargo, por otra parte, mientras que las objeciones de tu pequeñín a la espinaca puede ser algo que rechaces por buenas razones, no cambia el hecho de que convertir la comida en una lucha de poder puede hacer la vida difícil durante años. Por un lado, tu chiquitín no sabe realmente si le gusta el sabor de cualquier cosa hasta que se le ha dado la oportunidad de probarlo unas cuantas veces. Por otro lado, tu peque es igual de probable que tenga algunas cosas que no le gusta comer como cualquier otra persona, y no hay nada malo en respetar esas preferencias siempre y cuando sus gustos y disgustos no empiecen a eliminar secciones enteras de la pirámide alimenticia, como las verduras.
Este tipo de objeción también va para las actividades – tal vez tú eres un ratón de biblioteca, digamos, o un ávido excursionista, y has estado emocionada de compartir esta pasión con tu pequeñín durante más tiempo que lo que ha estado vivo. Si tu chiquitín no parece estar muy entusiasmado por quedarse quieto para la hora de los cuentos, o piensa que demasiado tiempo al aire libre no es tan bueno, hay una buena posibilidad de que solo necesite un poco más de tiempo para aprender a apreciar tus actividades favoritas. Por otro lado, forzarlo puede hacer que los rechace rotundamente, así que es importante saber cuándo dar un paso atrás, darle un descanso de la actividad si no está disfrutando mucho ahora y buscar algo nuevo que puedan disfrutar juntos por un tiempo, hasta que cuando tu peque sea un poco mayor y podría estar listo para intentarlo de nuevo.
El tercer tipo de desacuerdo entre tú y tu pequeñín es el tipo que puede ser uno de los más frustrantes porque, es probable que sea un argumento que vas a perder. Si, digamos, tu chiquitín no está interesado en abrazarte tan a menudo como te gustaría, especialmente a medida que crece un poco y se vuelve más y más móvil, generalmente es mejor dejar que se salga con la suya. Tal vez tu chiquitín está listo para su propio espacio para dormir un poco antes de que estés listo para empezar a mover esa cuna por el pasillo a su habitación, o tu pequeñín prefiere a explorar que acurrucarse contigo en el salón de estar después de la cena. No es un rechazo a ti, es solo su espíritu independiente mostrándose. Por otro lado, tu pequeñín podría estar interesado en quedarse cerca de ti incluso cuando te gustaría un momento sin que otro cuerpo tocara el tuyo. Mientras que es importante proteger tu propia paz mental y saber cuándo es el momento de pasarle el bebé a tu pareja por un tiempo, o ponerlo en un columpio o corralito el tiempo suficiente para darte un momento para respirar, generalmente, tu chiquitín está buscando esa cercanía como una forma de sentirse cómodo y seguro, y tan contraintuitivo como suena, permitir esa cercanía solo puede ayudar a fomentar la independencia en el futuro.
En conclusión
Muchos padres primerizos se sorprenden de lo distintivo que es el carácter individual de los bebés desde una edad muy temprana, incluso antes de que los propios bebés parezcan no tener todavía mucha conciencia de sí mismos. A veces estas diferencias de personalidad vienen con desacuerdos, y encontrar maneras de respetar la personalidad de tu bebé mientras lidias con estos desacuerdos solo ayudará a allanar el camino en tu vida como padre e hijo.
