Claro, en películas y programas de televisión, cuando un personaje entra en labor de parto, es tiempo para una carrera loca por la ciudad al hospital. Pero en la película de tu vida, a menudo hay un lapso de tiempo que puede durar como un día o dos que no encaja tan perfectamente en el arco de la historia, donde han comenzado las contracciones, pero la fuente no se ha roto, y estás en labor, pero no es tiempo de dirigirte al hospital. ¿Qué hacer con todo ese tiempo extra? Aunque puede ser difícil permanecer paciente, este tiempo extra puede ser un recurso valioso para alistarte para la gran final.
Haz una lista, revísala dos veces
Puedes haber empacado tu bolso de hospital la semana pasada, pero uno de los problemas de empacar «lo esencial» antes de tiempo es que esos elementos esenciales pueden ser necesarios en tu vida diaria. Una vez que ha comenzado la cuenta regresiva para el gran momento, es buena idea asegurarte de que cualquier cosa que podrías haber sacado de un bolso lleno, desde tu cargador de repuesto de teléfono hasta tu almohada favorita, vaya en lamaleta que tomarás en tu camino hacia la puerta.
Al agua pato
Una vez que tu fuente se ha roto, no será seguro que te duches o bañes. Esto es porque el saco amniótico es una de las principales protecciones contra la infección, y ya que el parto puede tomar un tiempo, especialmente si se trata de tu primer hijo. Este tiempo puede ser tu última oportunidad de refrescarte por un rato.
Come, bebe, y sé feliz
Aunque ha habido un poco de cambio de actitud sobre comer durante el parto en los últimos años, muchos hospitales todavía no te permiten comer una vez que hayas ingresado para dar a luz, y el trabajo de parto es agotador. Necesitarás tus fuerzas, así que ahora puede ser el mejor momento de comer algo delicioso. Por otro lado, si parece que tendrás una cesárea, tu proveedor de atención médica probablemente recomendará que evites comer alimentos sólidos durante la labor de parto. Incluso si no te sientes hambrienta o si tienes un motivo para no comer en este momento, sigue siendo una buena idea el beber mucha agua para mantenerte hidratada en lo que esperas que tu bebé llegue al mundo.
Prepara el trono
El asiento de seguridad es la primera silla en la que el bebé va a sentarse, y es también su mejor protección en el primer viaje. Aunque ya tengas el asiento completamente instalado, nunca es mala idea verificar y comprobar que todas las tuercas y los pernos estén bien apretados.
Toma notas
No es momento de poner manos a la obra para parir un bebé todavía, pero tu cuerpo sigue trabajando duro. Darle seguimiento a la duración de tus contracciones y del tiempo entre ellas será una gran ayuda para tu proveedor de atención médica cuando esté tratando de averiguar en qué punto vas.
Una vez que tu fuente se rompa, o cuando tus contracciones sean cerca de 60 segundos de duración con cerca de 5 minutos entre ellas, el periodo de espera habrá terminado y será el momento de contactar a tu proveedor de atención médica, o hacer esa carrera desenfrenada por la ciudad. Debes hablar con tu proveedor de atención médica acerca de su opinión sobre cuándo dirigirte al hospital o centro de maternidad, en caso de que haya diferencia.
¿Te sientes bien y estás lista para irte?
Sólo para asegurarte de que tienes todo lo que necesitas…
