Durante el embarazo, muchas futuras mamás se encuentran atrapadas entre la espada y la pared. Enfermas, cansadas e incapaces de retener alimentos nutritivos, se encuentran evitando las reservas de verduras en la nevera y, en su lugar, buscando las galletas saladas y las patatas fritas que se guardan en la despensa.
Si esto te está pasando, no te preocupes. Con un poco de ensayo y error, podrás encontrar un equilibrio entre la nutrición que necesitas y los alimentos que puedes consumir sin enfermarte. Lo más importante es que puedes encontrar maneras de complementar cualquier nutriente que necesites.
Cada embarazo es diferente y lo que funciona para una mujer puede no ser lo que funciona para otra, pero hay algunos problemas comunes a los que se enfrentan las mujeres cuando intentan mantener una dieta equilibrada durante el embarazo.
Problema número 1: Sólo tienes ojos para los carbohidratos.
Este es un problema común para las mujeres durante el embarazo. Algunas mujeres juran por los carbohidratos como un remedio para las náuseas matutinas, y otras dicen que es simplemente lo único que quieren comer. Debido a que la diabetes gestacional puede ser más probable con un alto consumo de carbohidratos durante el embarazo, trata de hacer que la mayoría de los carbohidratos vengan de fuentes de granos enteros en lugar de granos refinados. Los carbohidratos no refinados también proporcionan fibra, lo que puede ayudarte a tratar el estreñimiento relacionado con el embarazo.
Trata de introducir un poco de chocolate negro en la mezcla de carbohidratos. Este contiene hierro, un nutriente esencial para el embarazo.
Problema número 2: No puedes comer mucho, pero comer sólo pequeñas cantidades te deja con hambre.
Tal vez pequeñas porciones a lo largo del día son todo lo que tu estómago puede manejar en estos días. Si sientes dolores de hambre como resultado de tu consumo limitado de alimentos, intenta añadir más proteína y fibra a tu dieta. Ambos son vitales en el embarazo y ayudan a mantenerte más llena por más tiempo.
Problema número 3: Tienes antojo de productos lácteos – muchos productos lácteos
La leyenda dice que los antojos de lácteos significan que estás embarazada de una niña. Las estadísticas no respaldan esto, pero muestran que los productos lácteos son uno de los grupos de alimentos más comúnmente anhelados durante el embarazo. Si tienes un deseo extremo de leche, yogur o queso, probablemente no estás obteniendo suficiente calcio en tu dieta; las mujeres embarazadas necesitan 1.200 miligramos de calcio al día. Y no olvides la vitamina D – ayuda a tu cuerpo a absorber el calcio.
Una manera fácil de obtener más calcio de tus productos lácteos es consumir formas de leche bajas en grasa o sin grasa. Cuando se elimina la grasa, hay más espacio para los líquidos ricos en calcio en tu dieta.
Problema número 4: Puedes comer cualquier cosa, pero estás constantemente vomitando
Es posible que no puedas identificar ningún alimento específico que te provoque náuseas; tal vez el impulso de ir al baño llegue en momentos aleatorios y no parezca estar relacionado con ningún alimento en particular. Si este es el caso, encuentra una manera de aguantar tu vitamina prenatal (tal vez cambiando a una vitamina masticable o de sabor más dulce) e hidrátate, hidrátate, hidrátate, ya sea que bebas agua, limonada baja en azúcar o una bebida a base de jengibre. Esto asegurará que obtengas los nutrientes esenciales incluso si estás luchando para consumirlos en cantidad suficiente.
Problema número 5: No puedes digerir nada
Si te encuentras en un momento del embarazo en el que casi todo vuelve a subir, prueba a comer sandía. Muchas mujeres embarazadas encuentran que un cubo frío de sandía sabe refrescante y es lo suficientemente ligero para el estómago. Tal vez te sorprenda al descubrir que la sandía también tiene beneficios para la salud durante el embarazo: reduce la acidez estomacal y la hinchazón, y el agua y los azúcares que contiene rehidratan tu cuerpo y aflojan tus músculos para que no tengas tantos calambres.
En su mayor parte, las náuseas durante el embarazo son normales y no tienen un impacto negativo extremo en la salud de los bebés. No importa cuán limitada sea tu ingesta alimentaria, prestar atención a tus antojos y equilibrar algunos alimentos con otros te ayudarán a mantener una dieta equilibrada durante todo tu embarazo.
Fuentes
- «Ch. 17: Nutrition During Pregnancy.» ACOG. American College of Obstetricians and Gynecologists, Apr 2015. Web.
- Natalia C. Orloff y Julia M. Hormes. «Pickles and ice cream! Food cravings in pregnancy: hypotheses, preliminary evidence, and directions for future research.»Front Psychol. 5: 1076. Web. Aug 2014.
- JEM H Alberts, et al «Coping with food cravings. Investigating the potential of a mindfulness-based intervention.» Apetito. 55 160–163. Web. 2010.
- TM Bayley., et. al. Food cravings and aversions during pregnancy: relationship with nausea and vomiting. Apetito 38 45-5. Web. 2002.
