El flujo de sangre de una mujer pasa a través de cambios considerables a lo largo de su embarazo.
Volumen de sangre
Entre las semanas 6 y 8 del embarazo, el cuerpo comienza a producir más sangre. Esto continúa así durante el tercer trimestre, aumentando aproximadamente en un 50% el volumen total de sangre. Este gran aumento en la sangre permite la circulación útero-placenta, donde la sangre circula entre el útero y la placenta, permitiendo que los nutrientes lleguen al feto y luego se filtren los desechos de la placenta. Más volumen de sangre también ayuda al cuerpo a compensar la pérdida de sangre durante el parto.
La frecuencia cardíaca y la presión arterial
Con el fin de compensar los incrementos en el flujo de sangre, asimismo la frecuencia cardíaca aumenta y el gasto cardíaco (el volumen de sangre que el corazón bombea por minuto). En el primer trimestre, el gasto cardíaco se eleva hasta que un 30 a 40% más alto de cuando no se está embarazada. Puede que notes que tu ritmo cardíaco puede cambiar en alrededor de 10-15 latidos por minuto.
Entonces, el cuerpo libera progesterona para relajar las venas para que puedan soportar más el flujo de sangre. El aumento de la presión arterial ejerce presión sobre las venas, lo cual puede causar las venas varicosas.
No es anormal que la presión arterial caiga en la primera mitad del embarazo, ya que el cuerpo libera hormonas que dilatan los vasos sanguíneos, lo que provoca una disminución en la presión arterial. Sin embargo, la presión arterial puede aumentar de nuevo en la segunda mitad del embarazo debido a un aumento del volumen sanguíneo. Tu médico probablemente tomará tu presión arterial en cada visita prenatal para comprobar que estás dentro de un rango saludable.
Los síntomas
- Edema o hinchazón debido al aumento de la retención de agua, este es un efecto secundario normal del embarazo y comúnmente afecta más a la cara, las manos, los pies, las piernas y los tobillos.
- Mareo o aturdimiento, ya que toma más tiempo para que la sangre vuelva al cerebro y otras partes del cuerpo, debido a que también esta haciendo este proceso a través de la placenta.
Complicaciones
Las fluctuaciones de la presión arterial en el embarazo a menudo son seguros, pero de vez en cuando las mujeres pueden experimentar ciertas complicaciones que resultan de los cambios producidos en el flujo sanguíneo del cuerpo durante la gestación. Las complicaciones más comunes son los siguientes:
- Hipertensión gestacional, o presión arterial alta que no afecta a los órganos principales.
- Pre-eclampsia, una condición grave del embarazo que se diagnostica después de las 20 semanas de gestación y afecta a otros órganos en particular como el riñón y el hígado.
- Los coágulos de sangre son más probables que surjan durante el embarazo, en parte debido a la disminución de la circulación del flujo de sangre, especialmente en las extremidades inferiores.
Los cambios en el flujo sanguíneo durante el embarazo son un componente necesario para el desarrollo de un feto sano y para el funcionamiento materno. A pesar de su normalidad, es importante que los profesionales de la salud vigilen de cerca la presión arterial y estén atentos a cualquier síntoma que pudiera indicar posibles complicaciones para la madre y el feto en crecimiento.
Fuentes
- F Hytten. «El volumen de sangre cambia en un embarazo normal.»Clin Haematol.14(3):601-12. Web. Oct 1985.
- Clínica Mayo. «Capítulo 6. Parte 3. El embarazo, el parto y el recién nacido: La Guía Completa».Guía de Mayo Clinic para un embarazo saludable. Web. Oct 2011.
- Ginny Butler. «Circulación durante el embarazo».PNMag.Pregnancy and Newborn Magazine, n.d. Web.
- Monika Sanghavi, John D. Rutherford. «Fisiología Cardiovascular del Embarazo».Circulación.130:1003-1008. Web. Septiembre de 2014.