Es difícil predecir qué mujeres van a desarrollar pre-eclampsia durante el embarazo y los expertos no están completamente seguros de qué causa la enfermedad. Por desgracia, estas incertidumbres podrían hacer que la pre-eclampsia pareciera menos grave de lo que realmente es. En realidad, la pre-eclampsia es un trastorno grave que necesita ser vigilado constantemente por los profesionales de la salud a lo largo de todo el embarazo.
Hay diferentes niveles de gravedad de la pre-eclampsia; algunas mujeres desarrollan pre-eclampsia leve y otras progresan a la pre-eclampsia más severa. La mayoría de los casos de pre-eclampsia pueden dar lugar a un parto saludable, pero esta condición puede progresar muy rápidamente, por lo que es importante para las mujeres y sus médicos estar pendientes de cualquier síntoma o cambios físicos, ya que podrían indicar un cambio en la salud.
Efectos de la pre-eclampsia en el cuerpo de la madre
La condición aumenta la presión arterial de la mujer, lo que potencialmente puede causar lesiones en el cerebro y convulsiones. Puede causar que los pulmones se hinchen, ocasionar daño en el hígado y los riñones y en ocasiones dar lugar a problemas de coagulación de la sangre. Las mujeres que han tenido pre-eclampsia previamente, tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por esta razón, las mujeres con pre-eclampsia tienen que ser monitoreadas muy de cerca por el resto de sus embarazos.
Efectos de la pre-eclampsia en el feto
La pre-eclampsia puede dar lugar a una insuficiencia placentaria, lo que significa que la placenta puede tener problemas para la entrega de todos los nutrientes y el oxígeno que necesita el feto. Esto puede conducir a una restricción del crecimiento fetal y disminución del volumen de líquido amniótico. La pre-eclampsia se asocia también con la presión arterial elevada, lo que puede aumentar el riesgo de desprendimiento de la placenta (separación prematura de la placenta del útero) y parto prematuro. El único tratamiento para la pre-eclampsia es el parto, por lo que dependiendo de la edad gestacional del feto y de la gravedad de la pre-eclampsia, el médico puede recomendar el parto. Después de las 37 semanas, independientemente de la gravedad, si se hace un diagnóstico de pre-eclampsia, el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología recomienda en definitiva el parto.
Posibilidad de Eclampsia
La eclampsia es una complicación poco frecuente que las mujeres con pre-eclampsia pueden desarrollar y el cual involucra convulsiones maternas. Es poco frecuente, puede afectar aproximadamente 1 de cada 200 mujeres con pre-eclampsia, pero puede representar una amenaza seria a nivel de la madre y el feto. Es difícil saber qué mujeres con pre-eclampsia están en riesgo de desarrollar eclampsia. La mayoría de los médicos recomiendan el parto si la eclampsia se diagnostica independientemente de la edad gestacional del feto. El tipo de parto suele ser individualizado por el profesional de la salud.
La pre-eclampsia puede resultar en complicaciones graves maternas y fetales relacionadas con la placenta, los riñones y el hígado, así como también en desarrollar eclampsia, por lo que es crucial que las mujeres con pre-eclampsia sean monitoreadas frecuentemente en el hospital o centro de salud, una vez son diagnosticadas.
Sources
- «Preeclampsia and Hypertension in Pregnancy: Resource Overview.» ACOG. American College of Obstetricians and Gynecologists, 2017. Web.
- Mayo Clinic Staff. «Preeclampsia: Complications.» MayoClinic. Mayo Foundation for Medical Education and Research, Jul 3 2014. Web.
- «FAQs.» Preeclampsia. Preeclampsia Foundation, Dec 20 2013. Web.