Aunque no es tan generalizado como lo es en el Reino Unido, donde las parteras asisten habitualmente partos de bajo riesgo, la ola de parteras en los EE.UU. ha venido creciendo considerablemente. De 1990 al 2003, el número de nacimientos en Estado Unidos atendidos por parteras casi se duplicó, alcanzando el 8% y desde entonces este número se ha mantenido bastante constante, siendo un 8,1% de los partos atendidos por parteras en el año 2013.
Una de las razones podría ser una reacción contra el aumento de las tasas de cesáreas en los EE.UU., que oscila alrededor de un tercio de todos los nacimientos en Estados Unidos con un 32%. Esto es significativamente más alto que la evaluación realizada por la Organización Mundial de la Salud, en la cual dice que la tasa ideal objetivo para las cesáreas en la población del país debería estar alrededor del 10 al 15%.
Las parteras no utilizan rutinariamente las intervenciones médicas como las cesáreas, episiotomías o fórceps durante el parto. En su lugar, recomiendan estos procedimientos sólo cuando han sido evaluadas de llegar a ser necesarias. Debido a esto, cambiar de un obstetra a una partera para asistir el parto es frecuentemente visto como una manera de limitar los chances de una cirugía mayor durante el parto.
Las parteras son también más propensas a apoyar a las madres que buscan la experiencia de tener un parto «natural», así como también, suelen acompañar incondicionalmente a los futuros padres durante todo el trabajo de parto, mientras que con un obstetra, puede pasar que por alguna razón no pueda asistir el parto y tenga que atenderlo otro en su cambio de turno.
Otro cambio que puede contribuir a la creciente popularidad de las parteras es que su credibilidad es cada vez mayor. El término «matrona» puede hacer que se siga pensando en una mujer de hace cien años cuando incuso es una profesional de la medicina moderna. Sin embargo, desde mediados de los años 90, la partería profesional en los EE.UU. ha crecido de manera más formal y regulada; por lo cual, se ha convertido en algo de mayor confiabilidad.
Uno de las ventajas más populares de la partería en relación a cualquier otro tipo de atención médica durante el parto, es solo cuestión filosófica. Una de las teorías que apoyan la partería sobre la atención clínica médica es que los médicos tratan las enfermedades, es decir, cuando las mujeres embarazadas tengan algún problema médico relacionado con el embarazo, sin embargo, el embarazo por si mismo NO es una enfermedad. Como dice la teoría, el embarazo en sí es un proceso natural y las mujeres pueden necesitar un médico si hay problemas con la forma en que se va llevando a cabo ese progreso natural, pero un médico no necesita ser parte de la rutina.
En definitiva, las parteras todavía siguen al margen de la natalidad en los EE.UU. y son mucho más frecuentes en las zonas urbanas con núcleos de población más altas. Pero si hay una cosa que parece clara alrededor de todos los nacimientos, es que las parteras no van a ninguna parte.
Fuentes
- «Competencias esenciales para la práctica básica de la partería».Parteras Internacionales.Confederación Internacional de Matronas, 2013. Web.
- E Declercq. «Tendencias de partos asistidos por parteras en los Estados Unidos, 1989-2009.»J Salud de la mujer partera.57(4):321-6. Web. Jul-Ago 2012.
- «Estadísticas de nacimientos atendidos por CNM-CM».Comadrona.Colegio Americano de Enfermeras Parteras, marzo de 2016. Web.
- «La Iniciativa de Nacimiento Saludable de ACNM promueve beneficios y herramientas para lograr un parto saludable».Comadrona.American College of Nurse-Midwives, nd. Web.