Limitar el ejercicio puede parecer un poco como limitar la cantidad de zanahorias que comes en un día. ¿Es realmente posible obtener «demasiado» de una cosa saludable?
Los expertos dicen que sí. A pesar de los muchos beneficios del ejercicio regular, es posible que exageres tu rutina de ejercicios. El exceso de ejercicio también puede empezar a afectar a otras partes de tu vida, así que es importante que estés consciente de las señales de que estás pasando demasiado tiempo con tus zapatos para correr.
- Haces ejercicio durante horas todos los días: Si haces ejercicio vigorosamente durante horas la mayoría de los días de la semana, podrías estar poniéndote en riesgo de sufrir arritmias cardíacas y otros problemas de salud más adelante en tu vida. Un estudio de la Clínica Mayo sugiere que hay un límite superior para el ejercicio, cuyo momento puede tener un impacto negativo en tu salud a largo plazo. El ejercicio moderado durante unos 150 minutos a la semana, o el ejercicio vigoroso durante 75 minutos a la semana, es suficiente para obtener los beneficios para la salud de la actividad física.
- Te cuesta trabajo dormir: El ejercicio puede ayudarte a dormir mejor, pero créelo o no, el insomnio es un efecto secundario común del exceso de ejercicio. Demasiado ejercicio puede cambiar tus patrones de sueño y hacer que te sientas inquieta en la noche, así que si estás teniendo dificultades para dormir, podría ser una señal de que mañana debe ser un día de descanso.
- Te sientes agotada: Tu cuerpo necesita tiempo para recuperarse y reconstruirse entre entrenamientos; sin un descanso, no puedes desarrollar nuevos músculos. Si te sientes perezosa y no quieres pensar en hacer ejercicio últimamente, es posible que estés haciendo demasiado ejercicio. Esto también requiere uno o dos días de descanso.
- Te sientes culpable o ansiosa los días que no haces ejercicio: Esto podría indicar un problema más grande en tu vida; es básicamente pensamiento desordenado, y llevará a más problemas en el futuro. Es realmente importante que mantengas tus prioridades bajo control y que te recuerdes constantemente por qué haces ejercicio: no para castigarte, sino para mantener un estilo de vida que te mantenga saludable, tanto física como emocionalmente.
- Te has estado enfermando mucho últimamente: Pasar demasiado tiempo haciendo ejercicio puede en realidad comprometer tu sistema inmunológico, lo cual tiene sentido cuando piensas en cómo la inflamación crónica actúa en contra de nuestra buena salud. Una cosa es hacer un poco de ejercicio cuando se tiene un resfriado; otra cosa es no permitirse un descanso adecuado cuando se ha estado sintiendo constantemente mal. A veces, mantenerte saludable requiere tomarte unos días libres, y eso está bien.
En conclusión con demasiado ejercicio
Puede ser difícil definir el concepto de demasiado ejercicio, pero en general, es una buena idea evaluar regularmente cómo estás y cómo el ejercicio está impactando tu vida. Si el ejercicio parece estar teniendo un efecto negativo en tu vida de alguna manera, debes tomarte un tiempo para descubrir cómo puedes cambiar las cosas – ¡tu cuerpo te lo agradecerá!