Los toros no odian el color rojo, puedes nadar después de comer, y tronarse los nudillos no te dará artritis – estos son solo algunos mitos que probablemente te han hecho creer. En realidad, es sorprendente pensar en cuántos mitos flotan a nuestro alrededor -muchos de ellos sin cuestionar- todo el tiempo, pero algunos mitos son más seguros de creer que otros. Cuando se trata de hacer ejercicio, las falsedades pueden ser especialmente dañinas, y hay muchas de ellas flotando alrededor. Este tipo de desinformación puede afectar tu salud, por lo que es bueno poder separar la realidad de la ficción. Aquí hay 5 creencias comunes sobre el ejercicio que estamos listos para desacreditar.
Las caminadoras miden las calorías con precisión
Para ser justos, las caminadoras nunca podrán darte una estimación perfecta de las calorías quemadas, porque simplemente no pueden tener en cuenta ciertos factores. Una caminadora no conocerá tú ritmo metabólico en reposo, lo que determina cuántas calorías necesitas comer cada día, y no puede medir tu eficiencia en el ejercicio. Tu nivel de condición física también determina qué tan rápido quemas calorías. En lugar de mirar al monitor de «calorías quemadas», concéntrate en otros objetivos de salud como la duración y la intensidad del ejercicio.
El ejercicio debe ser doloroso
Este mito explica por qué miles de personas abandonan el gimnasio dos semanas después de empezar. Mucha gente cree que para hacer ejercicio de verdad, hay que ir al 110% cada vez. Un poco de dolor está bien; de hecho, es de esperarse con el ejercicio. Pero cualquier dolor agudo y punzante, especialmente si ocurre en las articulaciones o en el pecho, definitivamente significa que algo podría estar mal. Esta es realmente la mejor manera de determinar si tu dolor es grave: deja de hacer ejercicio y ve si el dolor desaparece. Para prevenir el dolor relacionado con el ejercicio, siempre haz un calentamiento antes de hacer ejercicio y un enfriamiento después.
Caminar no es suficiente para hacer ejercicio
Este no podría estar más lejos de la verdad – en todo caso, caminar es el ejercicio original. Caminar enérgicamente durante 30 minutos al día puede ser una manera agradable de cumplir con las recomendaciones de actividad física del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (U.S. Department of Health and Human Services).
Cuanto más tiempo ejercites, mejor
Muchas investigaciones muestran que los entrenamientos cortos e intensos -a veces llamados entrenamiento a intervalos- tienen los mismos beneficios para la salud que los más largos. Y en algunos casos, son incluso mejores para ti. Un ejemplo de un buen entrenamiento corto sería caminar durante tres minutos y luego correr un minuto, durante un período de 30 minutos. No solo puede ser mejor para ti, sino que te da más tiempo para hacer otras cosas que no sean hacer ejercicio.
No deberías hacer ejercicio si estás dolorido
Como se mencionó anteriormente, un dolor agudo o punzante en algún lugar de tu cuerpo mucho después de hacer ejercicio podría ser un signo de una lesión. Dicho esto, si estás adolorida por el entrenamiento de ayer, puedes absolutamente hacer ejercicio hoy. El dolor general por el ejercicio solo significa que estás haciendo algo a lo que tu cuerpo no está acostumbrado, lo cual es ideal en este momento. Otro mito sobre el dolor por el ejercicio es que no tuviste un buen entrenamiento a menos que te sientas adolorida después. ¿La verdad? El fitness es tú objetivo final, no la incapacidad de subir las escaleras al día siguiente.
En conclusión
Cuando se trata de hacer ejercicio, no te empantanes demasiado en toda la información que está ahí fuera. Pero trata de investigar cualquier mito potencial antes de desarrollar tu entrenamiento alrededor de ellos – ¡puedes encontrar que has estado creyendo algunos mitos todo el tiempo!