Escuchamos mucho acerca de las cosas buenas que le llegan a las personas que hacen ejercicio. Por supuesto, las cosas buenas llegan a las personas que no hacen ejercicio también, pero hay algunos beneficios bastante específicos al hacer actividad física regular. Nunca está de más repasar algunas de las mejores cosas que trae un entrenamiento, y para darle más sabor a la lista, añadimos algunos beneficios en los que no habías pensado antes.
Lo obvio
- El ejercicio ayuda al corazón: El ejercicio regular reduce tu riesgo de enfermedad cardíaca, tu presión arterial y tu frecuencia cardíaca variable (el cambio en los intervalos de tiempo entre un latido y el siguiente, y un fuerte indicador de tu salud). El ejercicio mantiene las arterias flexibles, lo que previene los ataques cardíacos, y reduce el colesterol malo al mismo tiempo que eleva el colesterol bueno.
- El ejercicio previene contra las enfermedades crónicas: La Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society) es sólo una de las muchas, muchas organizaciones que reportan que el ejercicio es una manera efectiva de disminuir tu riesgo de cáncer. Debido a que el ejercicio puede ayudarte a tener un cuerpo más esbelto, también reduce el riesgo de que tu cuerpo desarrolle resistencia a la insulina, lo cual puede llevar al crecimiento de tumores. El ejercicio también ayuda a tu cuerpo a deshacerse de las bacterias malas que atacan tu sistema inmunológico y regula tus hormonas del estrés (que te pueden enfermar), también.
- El ejercicio es bueno para tus huesos y tu cerebro: De acuerdo con los Institutos Nacionales de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (National Institutes of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Disease), el ejercicio fortalece nuestros huesos al promover la densidad y fuerza ósea. La prevención de la pérdida ósea ayuda a nuestro cuerpo a prevenir fracturas, y ayuda a prevenir y tratar la osteoporosis. Los expertos han estado estudiando el ejercicio y sus efectos sobre la depresión durante más de un siglo, y un enorme cuerpo de estudios muestra una relación positiva entre el aumento del ejercicio y la disminución de los síntomas depresivos. La Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) sostiene que el ejercicio ayuda a nuestros cerebros a sobrellevar el estrés, lo que podría explicar por qué la actividad física está relacionada con menores tasas de depresión y ansiedad.
Lo no tan obvio
- Ayuda a reducir la ansiedad: Incluso si es solo una caminata de 10 minutos, hacer algo de ejercicio hace que sea menos probable que experimentes ansiedad más tarde en el día. Varios estudios muestran que los adultos que hacen ejercicio regularmente tienen menos probabilidades de desarrollar trastornos de ansiedad que aquellos que no hacen ejercicio regularmente.
- El ejercicio ayuda con el dolor de espalda: Contrariamente a lo que podrías pensar, el ejercicio no empeora el dolor de espalda. En realidad es una forma de tratamiento para el dolor de espalda baja, ya que el ejercicio fortalece la parte baja de la espalda y mantiene los músculos de la espalda flexible (lo que a su vez ayuda a reducir la posibilidad de futuras lesiones en la espalda). Además, los beneficios cognitivos y relacionados con el estado de ánimo ayudan a reducir las sensaciones de dolor de espalda.
- Tienes una buena excusa para evitar los aviones: ¿Qué hay de malo en anteponer tu salud a los planes que no te emocionaban mucho? Acortar una llamada telefónica no deseada porque tienes que salir a correr es bueno para ti, por múltiples razones.
Estos son solo algunos de los beneficios de hacer ejercicio regularmente, y a medida que pasa el tiempo, ¡seguro que descubrirás más! Considéralo un efecto secundario agradable de hacer algo que es realmente bueno para ti, en más de, bueno, ¡seis formas!