«¡Los niños de hoy en día necesitan más estructura!»
Todos hemos escuchado a alguien decir esto, ya sea en la fila del supermercado o en una reunión familiar en tu propia sala de estar. Y hasta cierto punto, sí, la estructura es buena para los niños. Pero hay algo más que les ayuda a desarrollarse: la oportunidad de tomar decisiones en sus propias vidas. Tomar decisiones, no importa cuán básicas sean, permite a los niños crecer y ser autosuficientes.
Tú tomas un montón de decisiones a lo largo del día. ¿Qué ropa deberías llevar? ¿Dónde almorzarás? ¿Qué libro vas a leer? Se siente bien tomar esas decisiones. Y de la misma manera, se siente bien para tu chiquitín para tomar decisiones con respecto a los acontecimientos en su vida, también.
¿Por qué exactamente las opciones son tan importantes?
Bueno para empezar, ayudan a que el cerebro del niño se desarrolle. En lugar de pasar el día a la deriva siguiendo tus instrucciones, puede ahora imaginar diferentes posibilidades y recorrerlas antes de tomar una decisión. Básicamente tiene la oportunidad de flexionar sus músculos mentales cuando se le presenta una opción.
Cuanto más opciones se le dan, cuanto más comienza a entender lo que es pensar por sí mismo. Su autoestima crece cuando se siente confiado para tomar decisiones.
Más que eso, mientras que es tentador intervenir y detenerlo de hacer una mala elección, cuando tu chiquitín hace una elección que resulta contraproducente -lo que está destinado a suceder- tiene que lidiar con las consecuencias. Si elige jugar con el perro en lugar de ir a nadar, por ejemplo, aprende a vivir con el hecho de que aunque quiere ir a nadar después, ya ha elegido no nadar.
Otra cosa que darle opciones pueden llevar a es una cierta resistencia a hacer lo que quieres que haga. Esto puede ser frustrante, pero en realidad es algo bueno. La resistencia es un signo saludable de que está desarrollando y separándose de ti para explorar el mundo un poco más en sus propios términos. Tu chiquitín pondrá a prueba tus límites, pero ciertamente no es por falta de amor. Se trata más bien de su búsqueda de la individualidad y la independencia. Y si no tiene elección y se siente atrapado en algo, ¡tu peque siempre puede elegir hacer un berrinche!
¿Cómo le presento opciones?
A esta edad, tu pequeñín probablemente no responderá bien a las opciones complicadas o abiertas. El uso de declaraciones de «en vez de» u «o», o la presentación de dos objetos, colores o experiencias diferentes puede ayudar a mantener las opciones sencillas, y le dará un poco más de control sin quitarle su capacidad de decidir. Si te aseguras de que las opciones son claras, no tendrá la oportunidad de ser abrumado por ellos. ¡Y no tienes que darle las opciones de elegir algo que no quieres que juegue, haga o coma!
¿Cuál es un ejemplo de una elección que puedo presentarle?
- Mi chiquito, ¿te gustaría comer galletas o una manzana con tu mantequilla de maní?
- Es casi la hora de empezar a prepararse para la cama, ¿deseas ayudarle a mami a preparar tu baño o quieres que mami venga a buscarte en 5 minutos cuando el baño esté listo?
- Mi chiquita, ver una película no es una opción en este momento. Puedes jugar con tu casa de muñecas o papá puede ayudarte a preparar algunas cosas para dibujar. ¿Cuál de estos quieres hacer?
Presentarle con opciones claras y deseables le fortalezerá en varias maneras, muchas de las cuales seguirán ayudándole hasta la edad adulta. ¡Tu pequeñín prosperará cuando se le den opciones para tomar sus propias decisiones sobre lo que sucede en el transcurso de su día!
Fuentes
- Sue Grossman. «Offering Children Choices: Encouraging Autonomy and Choices While Minimizing Conflicts.» Early Childhood News. Excelligence Learning Corporation, 2008. Web.