Una de las cosas más emocionantes del crecimiento de tu chiquitín es ver su personalidad empezar a crecer y a afirmarse. Sin embargo, a medida que comienza a mostrar más preferencias y a expresar más opiniones -con o sin palabras- tú y tu pequeñín también obtienen nuevas oportunidades para estar en desacuerdo en formas que nunca antes han tenido, especialmente cuando se trata de ropa y comida.
La alimentación quisquillosa es una fase que los padres temen, y está lo suficientemente extendida como para que, aunque muchos niños nunca pasan por ella, los padres rara vez se sorprenden cuando lo hacen. Por otro lado, ser quiquilloso con la ropa puede ser un poco más impactante. Ya sea que a tu pequeño le guste pasear por los disfraces de Halloween para cada día de la semana, o que no se cambie de la misma camiseta raída del pijama, hay cien maneras diferentes en las que el sentido del estilo de un niño pequeño puede diferir del tuyo.
¿Por qué mi hijo pequeño quiere vestirse como si está a punto de salir corriendo y unirse al circo?
Hay tantas razones por las que un niño pequeño podría elegir ser terco en cuanto a su ropa como hay niños pequeños, pero hay algunos temas comunes que surgen con bastante regularidad, y por simple coincidencia todos comienzan con la letra C.
- Control: Tu niño pequeño está aprendiendo lo que significa tomar decisiones, y no tiene muchas oportunidades para ejercer esta nueva habilidad. Tu chiquitín puede estar disfrutando de la sensación de poder y causa y efecto que obtiene de tomar decisiones sobre su vestuario. Tomar esas decisiones le ayudará a desarrollar una autoestima saludable, y mejorará su capacidad de decisión.
- Confort: Los niños pequeños que se enfrentan a cambios grandes o aterradores en sus vidas -y para un niño pequeño, algo tan grande como cambiar de cuidador o tan pequeño como cambiar de cama puede contar como un cambio aterrador- no tienen muchas oportunidades de cambiar su entorno de manera que se sientan cómodos. Cuando están buscando formas de procesar emociones nuevas y aterradoras, pueden agarrarse a piezas de ropa individuales. Por otro lado, pueden sentirse cómodos con el control que tienen sobre su vestuario al ser increíblemente exigentes con lo que llevan puesto.
- Comodidad: Alternativamente, en lugar de buscar el confort emocional de usar una pieza de ropa específica, tu hijo pequeño podría tener una objeción física a ciertas piezas o tipos de ropa. Algunos niños son más sensibles que otros a la picazón de una etiqueta áspera en la parte posterior de su cuello, o a las costuras de los calcetines que presionan contra sus pies. Es posible que los niños pequeños no sepan cómo expresar esta incomodidad, pero saben que no les gusta lo que están sintiendo. Con un poco de prueba y error, probablemente podrás averiguar cuál es el problema y arreglarlo.
- Contexto: Los niños pequeños viven en el momento – si está cálido y acogedor ahora, puede que no quiera ponerse capas incómodas y voluminosas en la remota posibilidad de que estará frío en el futuro, incluso a los pocos minutos, cuando salgan por la puerta.
Estrategias de adaptación
Saber por qué tu hijo pequeño está actuando de la manera que lo hace por su ropa no lo hace que sea más fácil de tratar. Todavía tienes que salir por la puerta en 15 minutos con un niño pequeño (con suerte completamente vestido) a tu lado, ¿verdad? Por suerte, hay algunas estrategias que podrían ayudar.
- Opciones limitadas:Tu pequeño ejecutivo todavía tiene la satisfacción de establecer su pequeño rincón del mundo de la manera que quiera, pero puedes vetar algunas de las elecciones más extravagantes antes de que estén en la mesa. Esto puede tomar la forma de ofrecer la opción de dos o tres piezas o trajes que ya has elegido, o simplemente soltarlo frente a un cajón lleno de opciones aceptables. Podría ponerse un poco desordenado, pero si ya has revisado el cajón lleno de ropa, tu peque no puede elegir nada demasiado catastrófico.
- Viaja no tan ligero: Aunque no es un hábito que quieras mantener hasta que sea un adolescente, no hay nada malo en usar un poco de previsión en estos años de infancia y empacar, digamos, una chaqueta abrigada, o un par de zapatos más sensatos para llevarlos en una excursión. Tu chiquitín probablemente estará encantado de cambiarse a ese cómodo par de zapatillas una vez que la novedad de usar botas de lluvia brillantes en un día soleado desaparezca.
- Prepara el escenario: Si hay un evento que se aproxima que es realmente importante para que tu pequeñín lleve un traje específico, como en una boda, elige un momento en el que es más probable que esté atolondrado y sea dócil. Temprano en la mañana, y justo después de una siesta son buenas apuestas.
- Elige tus batallas: Aunque puede que ames o no ames a algunos de los estilos más fuera de onda, dejar que haga esas opciones le dará un impulso a su confianza y sentido de sí mismo, y le ayuda a aprender a tomar decisiones y a vivir con las consecuencias. La niñez no durará para siempre, pero las herramientas que ayudas a desarrollar ahora lo harán.
Fuentes
- «Cross gender behavior of children, including cross dressing.» Women’s and Children’s Health Network, Parent and Child Health, Child and Youth Health. Government of South Australia, July 21 2016. Web.
- Lisa Belkin. «Preschool Wardrobe Wars.» New York Times. New York Times, February 28 2011. Web.
- Raising Children Network. «Teaching your child how to get dressed.» Raising Children. Raising Children, October 26 2015. Web.
- Melissa A. Kay. «What to Do When Your Child Refuses to Put on Winter Clothes.» Understood: for learning and attention issues. Understood.org, November 24 2014. Web.