La primera palabra (¡o la primera intencionada!) de tu bebé es una acontecimiento – es emocionante, es un hito, es algo para recordar. Su primera oración viene con un tipo diferente de anticipación – el tipo que viene cuando usa una sola palabra para pedir «¡agua!» «¡pelota!» o el favorito de muchos niños, «¡más!» empiezan a aburrir. Tu maestra de segundo grado estaría muy orgullosa de lo emocionada que estás por tener oraciones más complejas en su casa.
La respuesta corta es que los niños suelen empezar a encadenar dos o tres palabras en frases u oraciones alrededor de los 2 años y medio de edad. Sin embargo, diferentes niños siguen diferentes patrones de habla y, al igual que los niños que caminan despacio y se saltan la fase de niño pequeño para levantarse un día y empezar a entrenar para el maratón más cercano, es imposible saber si un ganador consistente de El Juego Silencioso está a punto de abrir su boca y sorprenderte con un párrafo, o si irá lento y constante hacia el jardín de niños.
Una de las otras cosas importantes de esa primera frase de dos o tres palabras es que a menudo es una señal de que un niño está al borde de otro gran salto hacia adelante en el desarrollo del lenguaje. ¿Crees que tu chiquitín está aprendiendo mucho ahora, solo porque ha pasado de ser un paquetito de dulzura no verbal que ni siquiera estaba seguro de que eras la misma persona cuando cambiaste tu peinado a la persona brillante, curiosa e interesante que es hoy? Bueno, tienes razón, pero la diferencia entre la persona que es ahora y la persona que será cuando pueda compartir lo que está pensando contigo también va a ser asombroso, y esa primera frase de dos palabras, aunque sea tan simple y potencialmente frustrante como «no dormir», es donde comienza.
¿Cómo lo puedo animar?
Tu pequeñín empezará a hablar en frases cuando esté listo, pero también hay formas en las que puedes ayudarle a preparse también.
- Conversa: Una gran manera de ayudarle a estar listo para hablar en frases es darle mucho espacio para probarlo iniciando conversaciones sobre su vida, su entorno y la forma en que ve el mundo. No importa si tu peque no está listo para mantener su lado de la conversación todavía – siempre y cuando le das el espacio para responder, y no te frustras si no está listo para contestar todavía, las «conversaciones», incluso las de un solo lado, son un gran lugar para empezar.
- No intervengas demasiado pronto: Puede ser frustrante ver a tu chiquitín luchando por comunicarse en formas tan simples como el ABC para ti, pero intervenir para terminar lo que está diciendo, en lugar de dejarlo tratar de encontrar las palabras por sí mismo puede frustrar su esfuerzo, y quitarle motivación para averiguar cómo hablar por sí mismo.
- Narra tu vida: Por mucho el más importante ingrediente para la disposición de tu chiquitín para comunicarse en palabras es la exposición al lenguaje. Estar expuesto a más palabras le da la oportunidad de aprender más vocabulario, aprender a hacer conexiones entre las palabras que sabe y las que aún no sabe todavía, y solo para reconocer los patrones de su lengua materna. Se ha comprobado que las palabras que se le dicen directamente a los bebés tienen un impacto mucho mayor en el desarrollo de su lenguaje que las palabras que escucha por casualidad cuando está en la habitación.
Fuentes
- Bjorn Carey. «Stanford psychologist shows why talking to kids really matters.» Stanford News. Stanford University, February 13 2014. Web.
