Es tan fácil entrar en pánico como un nuevo padre. Cada resfriado y cada tos pueden parecer el fin del mundo, y no siempre es fácil saber cuándo hay que buscar atención médica.
Si tu hijo muestra cualquiera de los siguientes síntomas, es hora de llamar a tu proveedor de atención médica para discutir los siguientes pasos del tratamiento. Podrán decirte si debes esperar, entrar en la oficina o ir a la sala de emergencias.
- Vómitos:Esta no es la típica categoría de vómitos de bebé en tu camisa justo después de vestirte. Si su bebé vomita con fuerza (no gotea) después de comer o no puede retener la comida, llama al médico.
- Diarrea:Al igual que el vómito, la diarrea no se verá como la típica explosión en los pañales. Si la popó de tu bebé está más aguada o suelta de lo normal, es hora de levantar el teléfono. En caso de diarrea (o vómitos) prolongados, es mejor dirigirse directamente a la sala de emergencias.
- Estreñimiento:Si tu bebé se siente incómodo haciendo popó, parece estar costándole trabajo o comienza a hacer popó menos de lo normal, debes ponerse en contacto con el médico.
- Resfriados:Un pequeño resfriado o un escurrimiento nasal no es motivo de preocupación, pero un resfriado que interfiera con la respiración, cause dolor de oído o lleve a una tos sostenida significa que debes llamar al médico. Si tu bebé tiene mocos en la nariz por más de 10 días, también debe llamar al médico.
- Erupción:El sarpullido del pañal es normal, pero si un sarpullido se infecta, debes comunicarte con tu médico. Además, si aparece un sarpullido sin una explicación o causa obvia, llama al médico.
- Secreción en los ojos:Si aparece una secreción de uno o ambos ojos (o de cualquier otro lugar fuera de lo normal), es hora de llamar al médico.
- Cambios en el apetito o en el comportamiento:Contacta con el médico si tu bebé se niega a comer, no come bien, o duerme o llora más de lo normal.
- Fiebre de más de 104F (40C):Algunos médicos pueden dar diferentes recomendaciones sobre cuándo ponerse en contacto con ellos en relación con la fiebre, por lo que vale la pena tener esta conversación. Tampoco es malo preguntarle al médico sobre una fiebre que es ligeramente más baja, aunque probablemente no sea necesario hacer una visita.
Hay algunas condiciones que requieren un viaje automático a la sala de emergencias, no una llamada telefónica. Estos incluyen deshidratación, lesiones en la cabeza o el cuello, sangrado abundante, posible envenenamiento, dificultad para respirar, quemaduras graves o un hueso roto.
Si estás viendo estos u otros síntomas urgentes, omite la llamada al médico y llama al 911 o ve directo a la sala de emergencias. Otros síntomas urgentes incluyen dificultad para despertar a tu hijo, dolor de cabeza o de pecho inusual y grave, o un latido cardíaco inusualmente rápido.